domingo, 13 de marzo de 2011

Nueva Orleans (Luisiana). Parte II.

¿He dicho que la temperatura era genial? La gente iba en manga corta. Yo no, porque soy más friolera y necesito más tiempo para habituarme. Pero desde luego que pasamos de los 25 algunos ratos.

Otro día aproveché para visitar un par de museos. El primero fue el de la Segunda Guerra Mundial. No es que tenía tremendas ganas de ir, por la temática, pero decían que era muy bueno y todos lo recomendaban, así que fui. Y verdaderamente valió la pena. Es el museo nacional, así que el más importante del país de este tema. Había una película también en 4D narrada por Tom Hanks muy buena. El museo va paso a paso llevándote por todo lo que ocurrió y explicándotelo desde el principio. Cómo estaba el país antes, cuál era la situación de los otros países, cómo empezó, que estrategias se siguieron, cómo ocurrieron algunas batallas decisivas, comentarios y anécdotas de algunos soldados, etc. Y muchas películas cortas, con mapas, fotos, y demás. Verdaderamente es un episodio muy importante en la historia, y comprensiblemente fundamental para los americanos, así que fue muy instructivo e interesante todo lo que vi. Te deja muy triste porque te das cuenta de todos los destrozos que deja una guerra en todos los planos, pero estoy muy satisfecha de la visita.

La verdad es que lo comentaba con una compañera el otro día: los museos en América están hechos de forma que se pasa el tiempo sin darte cuenta, de forma agradable: aprendes, quieres enterarte de todo… Y es que los hacen enfocados de manera más humana. Y eso atrae más: a uno le resulta interesante conocer anécdotas curiosas, escuchar a los protagonistas contar las historias en primera persona, ver cómo afectó todo a la gente, lo que pensaban, cómo planeaban los ataques... En Europa son más aburridos. Hay gente que te dice directamente: yo no voy a los museos. Pero es que los presentan de forma más técnica: “lo que uno debe saber de lo que pasó aquí”, no sé, y a uno se le quitan las ganas. Es difícil de explicar, pero realmente es distinto el acercamiento, y por tanto el resultado.

Y el otro museo, totalmente distinto, es uno donde se pueden ver las carrozas que usan para los desfiles de carnaval. Aquí el carnaval es súperfamoso. El Mardi Gras, también del francés, que significa “martes gordo”, y que obviamente se celebra el día antes del Miércoles de Ceniza. Muchas de las cosas que se viven aquí tienen la influencia católica derivada de aquellos criollos que llegaron entre 1700 y 1800.


El museo es, en realidad, un gran almacén donde guardan todas sus carrozas:




El caso es que todo en Nueva Orleans gira alrededor del carnaval. No se hace sólo ese desfile, sino que hay muchos más, y empiezan desde después de la Epifanía. De eso hace tiempo, pero los importantes yo creo que han empezado ahora. El viernes. Así que estuve para ver uno de ellos.

En el museo te explican cómo se hacen las carrozas y qué normas y procedimientos se usan para los desfiles porque todo está, obviamente, muy organizado. Al contrario que nuestras fallas u hogueras, que se hacen nuevas cada vez, aquí el 70% de las cosas que se usan se reciclan para reutilizarlas al año siguiente. Nos contaron la historia con un vídeo, y luego nos dieron un trocito de pastel a cada uno, y contaron eso que hacemos nosotros también de que al que le sale el rey tiene premio, aunque a su manera. Pero a nadie le salió nada…

Como los desfiles son ya pronto, muchos estaban trabajando en las figuras y demás elementos del carnaval en ese mismo momento de la visita.





La guía, explicando el proceso que se sigue para tener todo listo a tiempo:



Más carrozas



En las calles, te encuentras con decenas de tiendas con decoración de carnaval y otros artículos de fiesta:





Y la decoración se ve en todos los balcones:



La gente preparada para cuando empiece el desfile:

Haciendo ambiente:

Algunas gradas preparadas para verlos más de cerca:





Luego resulta que te lo hacen tan grande, que cuando ves el desfile te decepciona. Por lo menos a los que estamos acostumbrados a los desfiles de Moros y Cristianos, o a las fallas/hogueras y demás espectacularidades de la tierra. Lo siento, pero así lo veo. Sé que éste no es el principal, sino uno de muchos, y eso cambia, pero veo por dónde van los tiros. La cosa es: un grupo x lleva una pancarta delante identificándose, detrás van muchos uniformados haciendo alguna coreografía al son de la música que la banda, que viene detrás de ellos, toca, y detrás de la banda otro grupo más. Parecen majorettes, o animadoras. Casi siempre las de las coreografías eran chicas, y los de la banda, chicos. Y luego venía la carroza, decorada con una temática específica, y la gente de dentro va tirando cosas a los de fuera, que piden y gritan para que les llegue algo. Y si tienen niños se ponen debajo mismo diciendo “¡es para el niño! ¡dame algo que es para el niño!”








Y si llevas una escalera, tu niño ve todo sentado sin que nadie le tape nada:





Así son los carritos ambulantes de aquí:
Lo que más tiraban eran collares con bolitas de plástico de todos los tamaños. Los colores, en su mayoría, verde, dorado y morado, que son los colores del carnaval. Pero también había otras chuminadas. Yo llevo collares para toda la población infantil Sarraquil.


Uno, inevitablemente, compara y también se da cuenta de detalles que aquí cuidan más, o que me parecen mejor que lo que se hace en España muchas veces. Un par de cosas que me llamaron la atención:

-El desfile empezaba a las 6, pero tarda en llegar a ciertas calles, así que hasta que no estuvo más cerca, la circulación no la cortaron, y los coches podían seguir circulando con normalidad. Igualmente, había gente aún a las 6 acabando de montar las gradas. Y es que saben que por esa calle no pasa nada hasta las 7 y media o por ahí.

-Los policías estaban preparados en grupos numerosísimos, charlando tan tranquilos repartidos por las calles. Cuando verdaderamente había que actuar, porque ya el desfile se acercaba, colocaron las vallas, controlaban que no pasara nadie por el medio de la calle, etc. En el minuto después de terminar de pasar la última carroza y despejarse la calle de personal, estaban restableciendo el tráfico. Los policías, según me parece a mí, son muy amables, gastan bromas, y van muy relajados. Pero si te pasas, la pagas. Vi a tres chicas junto a un coche de policía y estaban esposando a una de ellas. No sé lo que habrían hecho, pero a lo mejor con la juerga del momento se pasaron un pelín de graciosas… No sé.

¡¡¡También estuve en una clase de cocina!!! Aprendí a cocinar (es un decir…) los platos más típicos de Luisiana: gumbo (del que ya os he hablado) y jambalaya, que es arroz con verduras y carne, todo mezclado, y con muchas especias. Aquí usan muchas especias para todo. Son platos de influencia africana, que se trajeron los esclavos que traían de Senegal para trabajar en las casas y plantaciones. Y de postre, praliné. Muy rico. Me compré un botecito de especias de ésas y probaré en nuestra próxima aventura culinaria. A ver qué pasa. La clase estuvo graciosa. Estábamos todos sentados en mesas, y la mujer que cocinaba tenía un espejo grandísimo para que nosotros pudiéramos ver lo que hacía.
Al entrar, te encontrabas primero con la tienda: libros de recetas y productos de todo tipo.



El aula en sí, era un cuarto lleno de mesas redondas donde nos sentamos todos.



Cada uno tenía una hoja con las recetas. Cuando acabó de hacerlo, todos las probamos.
Gumbo:


Jambalaya:

Praline

Otro tour que también hice, cómo no, fue uno sobre la ciudad en sí. Fue muy curioso ver, sobre todo, lo relacionado con los efectos del huracán Katrina. Una de las cosas más impresionantes fue al cruzar un río cuyas aguas están a nivel del mar, ver que las casas que había al otro lado estaban más bajas. Construyen unos muros de contención que no dejan pasar el agua, y si no te lo dicen no te das cuenta, pero perfectamente se podía ver que el techo de las casas estaba a la misma altura que el nivel del agua por la que cruzábamos.



¿Os dais cuenta de que las casas están por debajo del muro que se ve a la derecha?





Aquí estamos cruzando el río. El agua va a nivel del agua del mar. Las casas están al otro lado. ¿Veis la altura del agua?


Aquí se ve el muro y la altura del agua. Comparad las imágenes y veréis cómo el agua está a la misma altura que el techo de las casas. Las casas están construidas por debajo del nivel del mar.

Otro muro de contención:



El problema que hubo con el Katrina no fue el agua que cayó, sino que se rompieron los muros que lleva esta agua, y claro, todo se inundó. Claro que, como no hay cimientos, cuando volvieron después del huracán las casas algunas habían desaparecido, otras se habían trasladado… Desde el 2005 en que esto ocurrió, ha vuelto el 20% del vecindario. Las casas las reconstruyen, pero subiendo el nivel, no a ras del suelo. Algunos huyeron a otros estados y han acabado encontrando mejores trabajos y escuelas, y aunque lo perdieron todo y se fueron con las manos vacías, ya no han vuelto. Las tiendas, los grandes almacenes, aún tardan más en volver. En las zonas más afectadas aún no los hay. Se inundó el 80% de Nueva Orleans.
En todas las casas pintaron una cruz como la que se ve aquí en rojo y en negro, en la que dicen el número de muertos que hubo en cada una. En este caso no hubo ningún muerto. Supongo que por eso han querido conservar la cruz y no han pintado aún la fachada.



Esto se supone que es un monumento recordando el Katrina. Se representan los muros de una casa. La silla vacía simboliza lo que quedó: nada.

Aquí se ve, a la derecha, una de las casas que han reconstruido, con pilares que la levantan:

Supongo que si uno quiere puede caminar tranquilamente por debajo de la casa... Raro, pero posible:

La señal de "stop" tiene una raya debajo de las letras que deja ver que el agua llegó hasta esa altura.


En ese último tour también nos llevaron por la zona de Garden District, entre las que está la típica calle donde se encuentran las mansiones. Vimos la casa de Sandra Bullock,


la de la que escribió la novela de “Entrevista con un vampiro”, la casa cuyo exterior se usó para la película de “El curioso caso de Benjamin Button”,

entre otras, y supe que por allí se han rodado películas como El informe Pelícano. Nuestro guía hizo de extra en la película de “…Benjamin Button”. Se ve que sale al principio entre una multitud. Le pagaron 80 dólares. Las casas no están alineadas. Están todas en ángulo porque en verano el calor y la humedad es tanta que las orientan para que les entre el viento del norte por las ventanas. No sé si se llega a apreciar en esta foto...:

También por este barrio se encuentran varias de las universidades de la ciudad. En Nueva Orleans hay unas 6. Es increíble el número de universidades que hay en este país.

También aquí vi numerosísimas tiendas de antigüedades y galerías de arte. Por cierto que un edificio antiguo grandísimo que pertenece a una gran empresa de venta de libros, Borders, está cerrando. Los libros electrónicos ya se las están comiendo.


También es muy típico ir a algún cementerio. Es otra de las cosas que tiene influencia española. Ya se sabe en que los cementerios americanos, y los de muchos otros países, entierran a la gente bajo tierra . Pero si aquí lo hicieran así, como están más bajos del nivel del mar, cada vez que lloviera mucho o hubiera inundaciones, los cuerpos saldrían a la superficie, por lo visto. Así que los tienen que construir en alto. Como los nuestros. Lo que pasa es que no los hacen igual tampoco. Aquí cada año + un día de haber enterrado a alguien, lo sacan de la caja (que luego queman porque está prohibido volverlas a usar – y nuestro guía dice que no es por motivos sanitarios sino porque los del negocio irían a bancarrota), y siguen algún tipo de procedimiento de tal forma que se reduce el espacio que cada muerto ocupa. Así, los de la misma familia se van acumulando, y en un mausoleo pequeño, como el de la foto, pueden llegar a caber hasta 100 personas.



El que vimos, y hay un total de 45 en Nueva Orleans, era, como muchos por lo visto, católico. De ahí la estatua al padre Pío.

La inscripción dice: "Este humilde fraile capuchino sorprendió al mundo con su vida totalmente dedicada a la oración y a escuchar a sus hermanos y hermanas. Su cuerpo, marcado por los estigmas, demostró la conexión íntima entre la muerte y la resurrección".

Aquí hay una archidiócesis y un seminario. Como veis, la influencia católica sigue siendo muy alta. De hecho, en una de sus visitas al país, Juan Pablo II decidió venir a Nueva Orleans. Como el hombre tenía mucho sentido del humor, cuando le preguntaron porqué eligió venir precisamente aquí él dijo que porque era el único sitio donde el equipo de fútbol americano se llamaba “Saints”. El día que se celebró aquí la “Superbowl” que es un partido importantísimo en el que se enfrentan los dos equipos mejores del año en fútbol americano, todo el mundo fue a misa.

Los judíos, por lo visto, no pueden enterrarse así. Han de hacerlo bajo tierra necesariamente, así que han de seguir algún otro sistema especial para que la cosa funcione…

Capítulo de curiosidades:

Un tipo que iba disfrazado pidiendo propinas, de manera bastante original:
Así son los puestecitos ambulantes de venta de perritos calientes:

Un cartel en la puerta de un centro comercial, anuncia que arreglan las pantallas del teléfono iphone, como algo milagroso:

"Si piensas que soy mono, deberías conocer a mi tía" - Me encantó. Pero no podía comprar seis...

Unos periodistas montando todo para recibir una comunicación que se emitiría en las noticias esa noche:
Las matrículas de Luisiana:

El trolley que recorría las calles de Nueva Orleans:


Éste iba súper lleno porque la gente iba hacia las calles donde iba a ser el desfile esa noche:

La decoración de una tienda:


Cenando en la barra de un restaurante se conoce gente y se hacen amigos...:

Bueno, pues así acabó mi viaje. El sábado a las 4.30 de la mañana, me estaba recogiendo un coche para llevarme al aeropuerto. Y esta vez sí, al ir y al volver, ya me hicieron lo del escáner. Lo único es que retrasa la fila más, porque tus bolsas y chaqueta y demás hace rato que está al otro lado del control y no lo quieres perder de vista, pero tú aún estás esperando a ver si pasas o qué. No puedes tener nada en los bolsillos. Por un pañuelo de papel que llevaba, luego del escáner me tuvieron que registrar porque habían visto algo. Y a los líquidos ya no les hacen ni puñetero caso.
Con eso de que hay que poner la mochila, la chaqueta, quitarse los zapatos, los líquidos aparte, y el ordenador portátil en una bandeja él solo, para nada que llevas ocupo 4 ó 5 bandejas yo sola cada vez. Un rollo.

En fin, así cierro mi capítulo de este viaje. Espero que las fotos y los vídeos os hayan amenizado la lectura. ¡Hasta la próxima!