jueves, 10 de septiembre de 2009

El colegio. Parte II







Hola a todos. Muchas gracias por vuestros mensajes. Esto de internet es genial, de verdad. Estoy muy contenta de que me estéis escribiendo comentarios, y emails también. Me he emocionado y todo.

He de tranquilizaros hoy, porque todo va mucho mejor y eso que sólo ha pasado un día. Ya veis. He hecho grandes avances en la escuela: para empezar: ¡¡¡mis alumnos tienen libros!!!! Bueno, los de 6º y 7º tienen uno para cada dos, y los pequeñitos no usan, pero los otros dos grupos tienen uno cada uno. Es fantástico. Así que hoy he dado clase con bastante normalidad. Les he dado un test de nivel muy sencillo de hacer porque necesito conocerlos y tengo hispanos pero con niveles distintos de español porque algunos lo hablan en casa, otros no, y también tengo niños que no lo han estudiado en la vida. Todos juntitos. Lo único bueno de eso es que el ratito que los he tenido haciendo el test han estado en un silencio sepulcral. Pero cuando eso ha terminado hemos vuelto al ambiente normal, y en este ambiente hablan demasiado. He de trabajar el tema de la disciplina.

Me he hecho con un carrito. Es como un trolley bajito, negro y tiene bolsillos por fuera. Un día le hago una foto y en el próximo comentario os lo enseño. Como he de ir por las clases con los libros y todo, ahí coloco mi material y lo voy arrastrando mucho más cómodamente. Se lo vi a Ana, mi compañera, que es cubana, y me copié. Lo malo es cuando hay que cargarlo escaleras arriba y abajo.

También tengo ya una mesa. En realidad me la he puesto yo, pero es que había una en el pasillo, y a última hora he dicho: "se acabó, me la entro yo misma". Me he puesto en el aula de Rafael (portorriqueño -por eso de que conozcáis a la gente mejor), porque es más espaciosa y tiene ventanas. Además tiene microondas y una neverita para dejar la comida cada día. Uno llega con su bolsita y lo deja ahí y cuando quiere se lo come. Tenía la posibilidad de ponerme en otro sitio, también compartido, pero era un cuarto sin ventanas, y estaba lejos de Rafael y Ana y no me gustaba. Ellos dos dan clase a los mismos grupos que yo, y así podemos hablar y comentarnos cosas sobre las clases, darnos ideas, etc. En el departamento somos 6: tres de primaria y 3 de escuela media (aunque los de primaria están dando a 8º grado y nosotros a 5 años - No me preguntéis porqué). El caso es que todos los de 7º grado, por ejemplo, tienen clase de español a la vez. Hay tres grupos. Pues uno para cada uno. Así que prácticamente tenemos nosotros 3 el mismo horario, grupos y todo. Los otros tres están en otra zona, y casi no los veo. Bueno, los otros dos, porque la tercera será una chica que empezará el lunes. También es española.

Lo malo es la ubicación de estas aulas. Como dice uno de ellos, en esta escuela presumen de que dan mucha importancia a las lenguas, pero en realidad somos los últimos en todo. Y estas aulas son un ejemplo. Están bastante lejos del resto. Además, yo tenía inicialmente un aula propia, al lado de la de Ana, y una sustituta había estado dando clase allí y había puesto pósters en las paredes y todo, pero al final se la dieron a la profesora de Kmar, el idioma de Camboya que también se estudia aquí. Eso por llegar después. Si la culpa es mía...

Ya me voy sacando las castañas yo sola del fuego porque es la única manera. Georgy es cuñado de Elvira, y trabaja de jefe de mantenimiento aquí. Así que le he ido a buscar directamente a él y enseguida me ha arreglado los cajones de la mesa que no abrían, me buscará una silla mejor, y le he dicho que si me consigue un ordenador - pero como no me ha entendido me he corregido: una computadora, para mi mesa. Porque eso sí, cada uno tenemos nuestro ordenador con acceso a internet. Y él me lo gestionará.

Ya me he hecho mi carpetita con fundas de plástico por cursos; ya sé hacer fotocopias (hay máquinas repartidas por el edificio y tú buscas una libre, le marcas el código y te las haces solita -¡qué bueno!). Tengo lápices, bolis, celo, grapadora, clips folios... ¡¡de todo!! Hasta una máquina de hacer agujeros para colocar las hojas en las carpetas de anillas. Para los que me conocéis, os podéis imaginar que organizar mi carrito del material esta mañana y la carpeta con los separadores, todo bien bonito, me ha animado mucho y se me han olvidado mis penas.

Pero claro que sigue habiendo mucho trabajo por delante. Tengo que planificar el curso y ver cómo lo voy a enfocar todo, y eso aún no lo he hecho. La maestra del grupo de 5 años habla bastante español y me ha dicho que si quiero puede ayudarme con la clase y hacer actividades conmigo, que ella dio español mucho tiempo. Así que eso también es bueno.

Las fotos que adjunto hoy no son muy buenas, pero os las enseño para que veáis lo curiosas que son las cosas aquí: las escaleras tienen una barandilla en el medio para que todos bajen por un lado y suban por el otro. Y la función de las dos puertas es la misma, lo que pasa es que eso es más fácil saltárselo cuando no hay nadie que te vea. Pero lo de las escaleras es terrible. Los niños van todos juntos en fila a todas partes con la maestra. Si coincides en que están bajando las escaleras en ese momento, ten paciencia, porque lleva su tiempo que bajen todos -sobre todo si son muy pequeños y les da por bajar todos los escalones dando saltitos-, y mientras, tú estás viendo el otro lado vacío, no pasa ni un alma. Pero te tienes que esperar para bajar por el lado correcto, sino das mal ejemplo...
Qué te pareix? La otra foto es de uno de los pasillos, simplemente.
Otro día os contaré más, que hoy ya me he pasado. Pero conste que me quedo con las ganas. Me estoy haciendo una lista con las cosas que quiero decir porque hay detalles curiosos que te llaman la atención cuando los ves, pero luego se te olvidan.
Bueno, ¿os quedáis más tranquilos? En una de las conversaciones con Rafael, el de español, cuando aquel día malo mío me dijo que no querría que me fuese (eso les faltaba, ir quedándose sin profesores a mitad de curso, encima), yo le contesté -porque fugazmente, pero confieso que me vino a la cabeza- que creo que no soy de las que se rinde tan fácilmente en ese tipo de temas. Puede que no repita, pero este año lo paso entero, o me defraudaría a mí misma. Y no. Como dice el Dúo Dinámico: Resistiré.
Bona nit.