sábado, 17 de octubre de 2009

Primera agua-nieve de la temporada

Hola a todos:

¿A que no sabéis qué? ¡¡¡¡¡Ya tengo el ordenador!!!!! Bueno, qué contenta estoy. Ayer me lo devolvió el informático, y ya estoy consultando internet desde casa. Por la tarde cuando llegué al piso tuve problemas para volverme a conectar y tuve que recurrir de nuevo a mis vecinos, pero es que hubo que resetear todo. No hubiera podido yo sola. Menos mal que tengo unos vecinos estupendos, de verdad. Qué bueno.


Ayer cayó la primera agua-nieve de esta temporada. Pronto llega. Os adjunto una foto de mi calle y mi portal, pero no se aprecia que caía nieve. En fin, duró bien poco, pero yo me puse la capucha ya. Lo que sí que se aprecian son las obras. Tienen la calle levantada a trozos desde hace la tira. Es que como es el centro, ponen baldosas de ésas que dan aspecto de calle empedrada, como en los cascos viejos de los pueblos, y con el tiempo se hunden, y las abren para rellenar de cemento por dentro y volver a igualar el nivel.

En la entrada del bloque hay una peluquería. El otro día una clienta se salió a la calle a hablar por el móvil con el pelo a mitad hacer, con churros y el tinte a mitad y yo qué sé. Pero ningún complejo la tía. Tienen la mayoría un aspecto bien extravagante, las que van ahí. El caso es que yo quiero cortarme el pelo, pero nunca, nunca lo he hecho fuera de mi pueblo. Siempre he esperado a volver en vacaciones a casa. No sé porqué, pero me da cosa. Pero esta vez no sé si aguantaré con el pelo tan largo hasta Navidad.



Me llamó la atención que en todos los pisos que he visto las ventanas tienen mosquiteras. Todos, por defecto. Y lo que dije de la calefacción que va por el suelo no es verdad. Va por unos tubos que hay a la vista por el techo. Está así en el colegio, y en mi piso lo podréis ver también. Hay unas rejillas repartidas por varios sitios que van dejando salir el aire. La temperatura se controla desde un termostato que vale tanto para aire caliente como frío. La única pega es que los tubos están tan altos que es difícil llegar a ellos para quitar el polvo que deben de tener acumulado encima. Pero no creo que les importe mucho. Si mis vecinas del bloque de mi piso en Ibi, que se quejaban de la limpieza de la escalera, vinieran aquí, pondrían el grito en el cielo. Hay moqueta en los pasillos y hasta en el suelo del ascensor.


Esto de las costumbres de cada país es muy curioso. Porque puede que a algunos les parezca que aquí no están las cosas tan limpias como a nosotros nos gustaría, pero por otro lado, aquí se pasan el día desinfectándose las manos. No sé si es por lo de la nueva gripe, o ya era así antes, pero en todas las aulas del cole hay un aparato con desinfectante para las manos, y de cuando en cuando los niños van y se lo echan, y luego se secan con una servilleta o pañuelo de papel que sale de un dispensador que también hay al lado. Yo me equivoqué la primera vez que fui al supermercado, porque creía que estaba comprando jabón para las manos, y era esto.


Y el otro día me di cuenta que lo usan hasta los ministros de la comunión en la iglesia. Subieron dos a ayudar a dar la comunión, y antes de comulgar se desinfectaron las manos en un aparatito que había allí mismo en el presbiterio. Curioso.


Por cierto que eso de la iglesia me recuerda algunas cosas que también quería aprovechar para comentar, comparando la situación en España:

1. Aquí todos, y digo todos, se arrodillan o se quedan sentados durante la consagración. Nadie de pie. El que no se puede arrodillar se sienta y se queda en posición de orar, pero sentado.
2. Hay siempre libros para seguir los cantos, con partitura incluida, y una persona al órgano que dirige los mismos. Y también un libro para seguir las lecturas, y las oraciones. Aunque domines el idioma, la gente sigue las lecturas con el misal. Y a mí me viene de maravilla porque las oraciones más largas (credo, gloria...) aún no me las sé de memoria enteras en inglés.
3. A la hora de dar la paz, se dan la mano con los dos o tres que tienen más cerca, pero a todos los demás, se los quedan mirando y les desean la paz levantando la mano como saludando en la distancia, sin dar besos ni apretones a todos y cada uno de los que hay en el mismo banco, el de delante y el de atrás, y menos aún cruzando al otro lado del pasillo como hacen algunas personas mayores en mi pueblo.


Qué queréis que os diga, a mí me gusta más así.

Luego una cosa que me ha llamado la atención es cómo se pronuncia la palabra "Amén". La primera vez que viajé a un país anglófono fui a Irlanda, y allí pronuncian "eimén". Vale. Pero cuando luego estuve en Inglaterra, allí decían "amén". Así que cuando he llegado aquí, donde llegaron tantos irlandeses en los tiempos de hambre y pobreza, pues he pensado si sería por eso que vuelvo a oír "eimén" en vez del "amén" al que ya me había acostumbrado de la última vez. Qué lío. No sé si será igual en el resto del país...


Os parecerán tonterías, pero son cosas que uno piensa, y aquí aprovecho para comentar lo que me viene a la mente y compartirlo con quien quiera oírlo, ¿no?


También utilizan un gesto muy a menudo para pedir silencio. Por ejemplo, en las clases, cuando están todos hablando y algún niño se da cuenta de que el profesor se está enfadando y hay que callar, ellos callan y levantan la mano alzando los dedos índice y corazón como en una uve, y los otros al verlos se dan cuenta y poco a poco van callando todos. Les cuesta un rato, pero es mejor eso que el que empiecen todos "¡¡chsss!!, ¡¡¡chsssss!!!", que al fin y al cabo están haciendo ruido exigiendo el silencio con ese sonido.

¿Os he hablado de las mofetas? Pues aquí abundan. El otro día se encontraron una dentro de un aula. Y de cuando en cuando dicen que "aquí huele a mofeta", porque saben que van rondando por ahí y dejan su particular olor. O a veces éste se propaga por los tubos del aire. Yo, qué queréis que os diga, nunca he tenido un olfato muy afilado, así que no lo noto casi. Supongo que en este caso es una ventaja...
Lo que sí hay también son muchas ardillas. El otro día que fui a pasear por la zona del río, vi un montón.

Bueno, lo dejo ya que tengo que hacer otras cosas. Me voy a ver si compro mi equipo de invierno: botas de nieve, ropa térmica, y un buen edredón para la cama. ¡Que no me pille desprevenida!
Un abrazo.