lunes, 12 de abril de 2010

Una semana crucial

Hola una semana más:
Esta semana todos los profesores están teniendo entrevistas personales con los directores del cole, y en la misma reunión acaban diciéndoles (diciéndonos) si los contratarán al año que viene otra vez o no. Ya sabéis que con la reducción de dos cursos el año que viene hay que recortar personal en un 15%. Va a ser una semana dura.

Hoy la profesora de 7º grado que yo tanto aprecio porque me ha dado muchos consejos y la veo muy competente, me ha dicho que no le renovarán el contrato. Se me acercó y me dijo: "They gave me the pink slip". Yo no la entendía. Y luego hablando comprendí: El Pink slip es una notificación de despido. Así. Ya. Tal cual.

Estaba molesta porque no le han dicho “no te contratamos porque tenemos que reducir personal”, o algo así, que habría sido una manera de quedar bien y decirle que sí que vale (que es la pura verdad, sinceramente), pero que se ven forzados dadas las circunstancias. No. Le dicen que “has tenido dificultades para controlar a tu grupo”. Cuando resulta que eso no es verdad: ella es buenísima y ha sabido hacerse con el grupo, lo que pasa es que son chavales muy muy difíciles (7º grado, con los que yo me las tengo que ver cada día también), y no es fácil. Y ellos lo saben. Mi conclusión es que se van a quedar con la gente que lleva aquí más años y que les hace más la pelota, y no con los verdaderamente más competentes. Comprendo que no es fácil elegir y que se debe tener en cuenta a la gente que ha pasado aquí más tiempo, pero también es cierto que intentan salvar al colegio y que la idea es elegir a los mejores para lograr que esto funcione. Si se quedan con los mismos, pues todo queda igual, ¿no? Pero si tenemos en cuenta que ellos mismos no son competentes en mi opinión... pues ya está claro que no necesariamente voy a estar de acuerdo con lo que decidan.

En fin, eran nada más que las 9 de la mañana y la mujer volvía ya de la "entrevista" con una carpetita bajo el brazo donde llevaba copia del contrato y que ponía que éste terminaba el 31 de julio. Yo estaba en el pasillo y he sido la primera persona de confianza con quien se ha cruzado después de la noticia. Se da el caso además de que esta mujer tiene cáncer y está recibiendo tratamiento estos meses y viene al colegio con un pañuelo en la cabeza.

He visto a un par de profesoras más pasar con una carpetita similar poco después. Y no llevaban buena cara. Va a ser una semana poco agradable. Vaya palo. A mí me tocará pronto. Estamos todos "esperando".

Mientras tanto, ponemos notas. Ya nos queda sólo el último “quarter” del curso. Esto va rápido. El viernes nos dan vacaciones. Las de Pascua que no hemos tenido. Una semanita que nos va a venir muy bien, sobre todo después de las noticias. Y al volver, la recta final. Va a ser la más dura: por los alumnos, que saben que esto acaba y con el buen tiempo se hacen más perezosos –si cabe– y las clases serán insoportables; por los profesores, que estarán tristes o enfadados porque no se quedan y les dará todo igual; … No sé, espero estar equivocada.

Aparte de eso, no creáis, que no escribí antes porque tampoco tenía mucho que contar. No he hecho nada del otro mundo estos días. El viernes fui a casa de Mónica a cenar y ver una peli, el sábado estuve con Ana también viendo una película muy buena (Gifted hands – basada en una historia real), y el domingo salí a comer con Mónica y otra amiga otra vez. Así que estuve ocupada, pero cosas muy corrientes.

Como no hay nada más que temas sueltos que contar, paso a los apartados numerados:

1. A lo mejor mis alumnos no tienen un libro de texto para cada uno con el que trabajar, pero lo que sí tienen es montones de ordenadores y otros aparatos electrónicos modernos. Cada aula –o casi– tiene su televisor con dvd, proyector de transparencias, un ordenador para el profesor y otro para que lo consulten los alumnos, etc. Pero lo que me llamó la atención fue la central de ordenadores portátiles que tienen los de 7º. Bueno, no sé si se llama así, pero es un armario con ruedecitas, que dentro lleva unos 20 o 30 ordenadores. Éstos van conectados por detrás a un cable que al dejarlo enchufado en un aula, carga la batería de todos continuamente. Cuando los alumnos quieren hacer algún trabajo en clase o el profesor necesita alguno, lo desconecta y se lo lleva a la mesa que necesite, y la batería le da autonomía para trabajar más que de sobra lo que dura la clase. Luego lo vuelve a enchufar a la central, y tan contentos.

Me parece estupendo porque verdaderamente los alumnos lo usan en algunas clases o ratos libres para buscar información por Internet y hacer trabajos y demás. Por supuesto que hay que ir controlando que no pierdan el tiempo en cosas que no tienen que ver, pero de todas maneras el colegio ya tiene un control de las páginas que no admite que se consulten.

2. Esto de que los ordenadores de aquí no tengan acentos ni letra “ñ” es una gaita. Yo no tengo problemas porque el portátil que uso en casa es español, y en el colegio he hecho que el ordenador reconozca el teclado como si fuera español también. Pero la gente que escribe en lo de “iberia-boston” por ejemplo (ya sabéis: españoles que viven aquí y que se apuntan a este grupo para organizar actividades o hacerse consultas de cualquier tipo), escriben las “ñ” cada uno a su manera: “ny”, “nn”, o cualquier otra cosa. Pero hay muchos que no ponen más que una “n”. Y claro, eso lía. Hace tiempo enviaban mensajes titulados “Canas este viernes” o cosas así. No entendía nada. Hasta que caí en la cuenta de lo de la letra, y entendí que era gente que quería quedar para tomarse unas “cañas”!!!

3. Aquí se usan mucho las siglas. Algunas son superconocidas y las tengo tan asimiladas que ya ni me doy cuenta. Por ejemplo: FYI (for your information) –y ellos lo pronuncian así, con las letras (a lo bruto sonaría algo así como: “ef wai ai”). Pero ha habido una nueva para mí: TMI que es “too much information”. La usan cuando alguien se queja de que otro está dando demasiados datos sobre algo, normalmente referido a temas íntimos y personales. Por ejemplo, en una revista había un apartado que se titulaba “the TMI of the week” y transcribían la frase de algún famoso que había metido la pata hablando más de la cuenta.

4. Eso me lleva a otro tema similar: el de decir sólo la inicial de una palabra, porque es fea y no quieren pronunciarla entera. Por supuesto, la más famosa es “the f- word”. Pero también hacen mucho lo de deletrear la palabra. Eso lo hacen sobre todo los niños en el colegio con cualquier término: “Ben said d-a-m-n!”, se chivan. Y el tal Ben, que está al loro, contesta desde su sitio: “Na-ah! What I said was…” y te cuentan toda la historia de cuál era su conversación y cómo se llegó hasta ese momento. Cuando vienen a mí a decirme esas cosas, me tengo que concentrar y mentalmente visualizar todas las letras juntas para ver de qué palabra me están hablando, y así poder analizar la gravedad del tema y actuar en consecuencia.

5. Igual que se chivan de todo, que eso es normal en todos los niños de todas partes del mundo, creo yo, también te alaban las cosas que les gustan. Pero me ha llamado la atención que también los adultos son muy propensos a hacer eso. Me ha pasado un montón, pero un montón de veces, que la gente haga comentarios sobre cosas que llevo puestas: alumnos, compañeros, o gente que en realidad no tiene relación alguna conmigo, pero se cruzan contigo y les gusta algo que llevas, y sencillamente te lo dicen, sobre todo las chicas, que supongo que son las que más se fijan. Pero también algunos hombres (y no para ligar, que se nota que es porque lo sienten así): “I like your shoes!”, “I like your necklace!”… A mí por lo menos me parece que en España la gente no dice tanto estas cosas. Y la verdad es que cuesta poco y alegra a quien se lo dices, así que voy a ver si lo pongo en práctica y lo digo más yo también.

6. Esta mañana nos han enviado un email a todos recordándonos que hemos de estar cada día dentro del edificio ya a las 7.30 de la mañana. A partir de ahora van a llevar un control y si hace falta consultar las cámaras. Y si algún profesor llega pasadas las 7.30 al colegio, le enviarán un email o le llamarán la atención de alguna manera. Y si esto pasa más de tres días, lo anotarán en su expediente. No se andan con chiquitas, vaya. Así que hay que ir con cuidado.

Por eso, y como es ya tarde y he de acostarme, termino esto y publico. Como diría a mis alumnos en España: “pues con esto y un bizcocho, ¡hasta mañana a las 8!”
O hasta el fin de semana próximo, que probablemente haya noticias importantes con respecto a mi futuro en este colegio… No sé si serán buenas o no tanto, pero en cualquier caso, necesarias para tranquilidad de todos!
Un abrazo.