domingo, 31 de enero de 2010

Celtics 89 - Lakers 90

Acabo de volver del partido de los Lakers contra los Celtics. Han ganado los Lakers en el último segundo. Ha sido un final emocionante. Lo he pasado muy bien. No podía ser de otra manera. Me da pena por los que pierden. No ha sido una manera muy justa de perder, pero es lo que hay. Yo me forzaba a animar a los Celtics por eso de que estoy en Boston, pero teniendo a Gasol en los Lakers se me hacía tarea imposible. Al final hemos hecho una apuesta: si ganaban los Celtics, yo pagaba la cena; si ganaban los Lakers, la pagaba Phil. Y eso lo ha hecho más emocionante aún: en el primer cuarto hemos llegado a tener una diferencia de 12 puntos sobre ellos, pero luego han remontado y han ido ganando los Celtics todo el tiempo, a veces con gran diferencia también, hasta el último segundo. La última canasta ha sido demoledora para los fans de los Celtics.

Estábamos en la penúltima fila de todo el estadio. Pero lo he visto bien. Algunos atrevidos llevaban camisetas de los Lakers. Los menos. Había muchísimo ambiente. En el descanso más largo me he bajado abajo, y he ido a parar al lado del pasillo por donde entraban y salían los jugadores de los Lakers. Así que he visto salir a Pau, igual que a todos, hacia la cancha para la segunda mitad, y he aprovechado para dirigirme a él: “Pau! Soc espanyola! Molt ànim!” Y él se me ha quedado mirando, ha sonreído, y asintiendo he entendido que me contestaba: “Molt bé”. Así que no le he podido hacer una foto porque estaba más ocupada hablándole. Hay una foto de él de espaldas, cuando ya ha pasado. Pero me he quedado bien contenta.




Al final del partido he vuelto a bajar, pero ya no dejaban pasar. He conseguido bajar hasta abajo pese a todo, pero ya había más españoles y de todas maneras él ha pasado rápido y no he podido hacer nada.

Lo he pasado muy bien. Ha sido una buena experiencia. Algo divertido. Nada del otro mundo, de todas formas. Pero me ha encantado estar ahí. Desde aquí aprovecho, aunque él no me pueda leer, para dar las gracias a Phil por haberme conseguido estas entradas y acompañarme.

Me siento muy afortunada por estas cosas. Tendré muchos ratos malos, solitarios, tristes, lo que sea, pero éstos otros en los que conoces a gente estupenda que te enriquece por lo que te aportan como personas y como amigos, compensan con creces los anteriores. Por eso, y por muchas cosas más, "mi experiencia americana" ya hace tiempo que ha valido la pena.

Adjunto más fotos y vídeos al final.

Aparte de eso, ayer salí con Mónica a cenar. Fuimos a un sitio que se llama “The Olive Garden” y que es una franquicia de restaurantes italianos muy conocidos. La verdad es que la comida estaba riquísima. Estuvimos a gusto.

El resto de cosas que hice el fin de semana ya no han sido muy interesantes: ir al banco, a comprar algo, y a la oficina donde me van a ver lo de la declaración de la renta. Se tuvieron que quedar los papeles y no me lo pudieron acabar porque al ser “non US resident” se ve que es más complicado. Y veremos si el tema de mi nombre no trae problemas también. Quiero sacarme eso de encima lo antes posible.

La semana de clases fue diferente a las demás. Ya os dije que iban a reducir las clases de español de 5 a 3 días. Pues ya hemos empezado este nuevo sistema: nosotros seguimos haciendo el mismo horario, pero los martes y los jueves en vez de dar español, hacemos lo que el profesor de cada aula, que también está allí, nos dice, y que son tareas relacionadas con ayudar a los niños a mejorar sus destrezas de cara a los exámenes de los MCAS. Casi todos están haciendo Inglés los martes, y Matemáticas los jueves. Así que hacemos grupitos pequeños, y les ayudamos a entender esas cosas mejor. Menos mal que siempre me han gustado las matemáticas, y que además son niveles que cualquiera domina y se pueden enseñar. Pero eso de llegar allí y que te digan: “haced estos ejercicios”, así, de repente, pues no lo veo muy correcto, la verdad. Preparación = 0. Lo bueno es que nos olvidamos por completo de preparar nuestras propias clases esos días, claro. Y estamos mucho más relajados. Pero vaya, que tampoco es el plan ideal… Vamos a seguir así hasta que pasen los exámenes. Un par de meses por lo menos.

En cuanto al futuro de la escuela, la votación creo que será esta semana que viene, pero lo que parece la opción que más posibilidades tiene es la de contratar a una empresa que se haga cargo de la escuela y siga con el “charter”, pero dirigiéndola a su manera. De esta forma se salva el colegio, y lo que supone no echar a más de 900 alumnos a la calle. Pero el equipo directivo no creo que se salve, ni tampoco algunos profesores. Eso es lo que más cambiará, imagino. Espero que sea para mejor.

No puedo creerme que aún no os haya hablado de Óscar. ¡¡¡Con lo que lo aprecio!!! Seguro que lo he mencionado, pero a lo mejor no lo suficiente para que lo reconozcáis. Me escribió un comentario en la última entrada, y me lo hizo notar, con cariño, pero con toda la razón!! Así que le he dicho que se merece un párrafo entero sólo para él. Y éste es:

Óscar es cubano, compatriota de Ana, mi compañera, y es un colega de la escuela. Es profesor de Educación Física, y también está encargado de los problemas de disciplina en la zona de la escuela primaria. Óscar es la personificación de la positividad. Todos los días por la mañana, se acerca al aula de Rafael y mía a saludarnos y darnos los buenos días. Siempre con una sonrisa y unas palabras amables. Siempre alegre y positivo. Y eso contagia. Es un encanto. Tiene algunos primos en Barcelona, así que es fan del Barça, y cuando volví en enero le traje un bolígrafo con el escudo y una linternita que al encenderla mostraba el escudo también. Conste que, en la tienda, mi mano se resistía a cogerlo: yo, madridista, por favor!! pero la amistad es la amistad… (Por cierto que creo que la linterna no va. Ooops!) Al hablar con sus primos se da cuenta de que se les han pegado algunas expresiones propias españolas que le chocan, y por eso cada vez que me ve, les imita diciéndome: “¡Venga, tía!” Me hace reír.

Con su permiso (que mañana le pediré), os enseño una foto que nos hicimos los cuatro en Navidad. Él es el de la izquierda.



En fin, que ya lo he dicho, pero lo repito: me encanta que me escribáis comentarios. Muchas gracias a todos. Y a los que lo hacéis via email también. Anima y es halagador. No los puedo contestar todos, porque tampoco creo que sea necesario, pero todos me hacen mucha ilusión. El último fue el de mi amiga Lydia, de Granada, que no veo hace muchos años, y que conocí en Aberdeen (Escocia) en el año 1998. La quiero mucho y me dio mucha alegría también por lo inesperado.
Gracias a todos.

Bueno, pues con esto termino por hoy. Para alivio de mi cuñado querido (y supongo que de todos aunque no lo digan), esto ha sido más corto esta vez. Espero que os gusten las fotos que incluyo.

Hasta la semana que viene. Besos.


A la entrada de la cancha:
Al final del partido, Pau firmando un autógrafo:

El resultado final:
En pleno juego:
Yo, más cerca, en el descanso:
También en el descanso, cuando ya han vuelto los jugadores a la pista:
El ambiente del lugar:
Foto desde arriba, desde donde realmente he visto el partido:
Con Phil:
Otros momentos:

Vídeos (no sé si se verán muy bien...):
Al comienzo, todos de pie preparados para cantar el himno:





Las animadoras:



Pau en unos tiros libres:



Los últimos segundos: canasta de los Celtics (pero aún habría tiempo para otra de los Lakers que sería definitiva):

domingo, 24 de enero de 2010

Ya tenemos bandera de España

Hola.
Hace pocas horas he vuelto de un acto benéfico que ha organizado mi vecino para recaudar fondos para los afectados del terremoto de Haití. Ha sido curioso. Quizá publiquen algo en el periódico (http://www.lowellsun.com/). Es el mismo vecino que hizo lo del encuentro en su piso para recoger dinero para comprar pañales a las familias pobres de aquí. Así que ya veis que es una persona muy comprometida. El caso es que lo que recogían hoy (la entrada eran $20) irá íntegro a esta causa, porque todo lo que se ha hecho ha sido gracias a voluntarios: el encuentro era en un pequeño restaurante donde han ofrecido un buffet con comida típica de Haití, y varias personas y grupos han intervenido. Lo he pasado bien. Ha ido bastante gente, y claro, la mayoría estaban sentados en mesas comiendo lo del buffet, así que había bastante jaleo. Ha salido una señora, profesora de Historia, a hablar del país, pero no la escuchaba casi nadie. La pobre. Luego ha salido una niña del instituto de aquí a recitar una poesía, que había escrito ella misma, y la han aplaudido mucho porque la ha recitado de memoria, con sentimiento y dramatismo. Ha tenido un lapsus al principio en que se ha olvidado de la siguiente frase, y ha empezado a chasquear los dedos, y mucha gente ha empezado a hacer lo mismo como para animarla, y mientras, ella concentrada hasta que ha podido continuar. Eso ha sido muy curioso. También ha salido un grupito a cantar y tocaban los timbales, pero ha sido un poco raro porque me daba la impresión de que la música y los que cantaban estaban desincronizados. Y por último han estado tocando y cantando otro grupo que ése sí que ha valido la pena. Música muy buena. Y la gente se ha animado y ha empezado a bailar por allí entre las mesas. En fin, todo por una buena causa. Yo he estado charlando con otro chico que estaba igual de solo que yo, amigo también de Bobby, mi vecino, que ha llegado hace pocos meses de Philadelphia.

Ya en casa, he acabado de decidirme por dos cosas que tenía ganas de zanjar: una, el billete a San Francisco, a donde me voy a ir aprovechando la semana que tengo de vacaciones en febrero. He reservado ya billete, hotel, una excursión por los viñedos de la zona, y un ticket para visitar atracciones típicas de la ciudad. Ya está. Y la otra cosa es la convocatoria para el año que viene. Me voy a volver a presentar a esto otra vez. Quiero repetir un segundo año. Pero lo tengo muy difícil. Sobre todo porque no voy a estar en Madrid en abril en las entrevistas que hacen a los que se presentan a todo esto, por razones obvias, y por eso lo más probable es que ni se molesten en tomarme en consideración. Y Massachusetts ya no estaba en la lista de estados a los que optar. Si quisiera repetir en el mismo colegio donde estoy ahora –si es que sigue funcionando–, supongo que podría, pero eso aún tengo tiempo de meditarlo. De momento, por si acaso, yo me presento para otro estado, que tampoco pierdo nada por intentarlo. Y sino, pues volveré a casa y ya lo intentaré en el futuro otra vez. Pero de momento entrego los papeles aquí. Y finalmente me he decidido por… Florida. Ha sido una decisión muy de última hora. No sé bien porqué. Pero ahora ya está. Mañana pasaré la mañana en Boston entregando los papeles en el Consulado.

Esta semana han tomado una decisión importante en el colegio: por eso de que se note que están tomando en serio la amenaza de que lo van a cerrar, las propuestas que tienen para mejorar los resultados de los alumnos las van a empezar a llevar a cabo YA. Nada de esperar al próximo curso y dejarlo en intenciones. No. Así que creo que ya comenté que una de estas ideas era la de reducir las clases de español de 5 a 3 días a la semana. Pues eso. A partir de ahora, sólo vamos a dar clase lunes, miércoles y viernes. Y los martes y los jueves vamos a mantener nuestro horario, pero vamos a la clase como ayudantes, de tal manera que yo entro en cada curso, y allí estará el profesor correspondiente y él/ella me dirá qué es lo que tengo que hacer. Se supone que estas dos clases que tendrán los alumnos nuevas a partir de ahora, serán utilizadas para reforzarles las destrezas que necesitan desarrollar en los exámenes de los MCAS. (Los que se supone que no han tenido tan buenos resultados como deberían y por los que el consejero de educación planteó el cierre del colegio). Esto va a ser un lío para nosotros, los de español, ya verás, porque tenemos 6 clases al día, y cada curso lo va a plantear de una manera distinta, así que vamos a ir un poco locos a ver qué es lo que cada uno ha dedidido que quiere que hagamos esa hora. Pero en fin, no me voy a quejar porque son dos días enteros menos de clases que voy a tener que preparar y dar… Ya os contaré.

De momento, la votación final que era para el martes, la han pospuesto, y eso se supone que son buenas noticias porque es señal de que están meditando más la decisión y van a visitar antes el colegio y a estudiar los cambios que se están produciendo y todo eso.

Por fin pusieron la bandera de España en nuestra aula. Adjunto fotos y vídeo. Me puse muy patriota yo, y busqué en youtube el himno para que sonara mientras lo colgaban, pero no es el himno tal cual, sino con letra cantada, supongo que aquella versión que luego criticaron tanto... Es lo que encontré. Es un vídeo muy breve, pero os hacéis una idea. Fue divertido. Y un par de fotos. Es lo único de lo que puedo mostrar fotos esta vez, porque conste que aunque ya me gustaría, tampoco puedo ir con la cámara a todas partes para haceros esto más entretenido…

En fin, que ahí va el vídeo:


Y en las fotos:
Yo subida a la escalera, con el taladro que quisieron que llevara, y Sammy abajo. El otro que sale en el vídeo de antes, a los pies de la escalera, es Georgy.


Aspecto del aula ahora con la mayoría de las banderas.

Esta semana creí que me habían robado la campanita que me compré en España y que me iba tan bien. Aquélla que os dije que era como la de los hoteles. Bueno, pues me llevé un buen disgusto, y se lo dije a Bill (el “principal” de la escuela media), y el hombre al día siguiente se me presentó con otra chiquitita de regalo. Qué majo. Pero no le voy a contar que luego la encontré en la clase de kindergarten, donde me la había dejado olvidada… (Oooops!!) Y es que la tengo que esconder para que no la toqueteen continuamente, y luego se me olvida. En fin. Así mejor: ahora no tengo que acordarme de llevarla de aquí para allá: tengo una fija en el carrito de las clases de la mañana, y la otra en el de las de la tarde… Sí, me he hecho dos carritos para no tener que ir cambiando material cada vez.

Los de 7º han estado contestando a las cartas que recibieron de alumnos del instituto de Sax con los que estamos intentando iniciar eso que se llama “penpals”, o “amigos por correspondencia”. No creía que saldría tan bien, pero la verdad es que se han emocionado con el tema y quisieron que llevara un día la cámara y todo para adjuntar una foto a sus cartas… Estoy contenta. Y los demás profesores lo han visto y finalmente se van a animar a hacerlo también en sus clases. Genial. A lo mejor queda en nada, pero se ha intentado.

Niamh (pronunciado Niiiv) –nombre holandés– que es una “profesora vecina”, se ha comprado una cafetera, y aunque yo no bebo café, la estoy utilizando para hacerme un té algún que otro día, y ya tengo en el cajón unas galletitas para acompañar y la taza y bolsitas para el té. También me colocaron el otro día un archivador con cuatro cajones, junto a mi mesa, de tal manera que uno de sus lados queda justo pegado a la mesa, y ahí he pegado un dibujo que recibí de mi sobrina Sofía el otro día por correo, y una hoja con frases bonitas, y un calendario, y cosas así, para personalizarlo más. Y por supuesto, lo mejor es que tengo cada vez más espacio para tener mis cosas organizadas y ordenadas. Poquet a poquet…

El martes hubo unas elecciones para el senado en este estado. Y el domingo pasado en la iglesia, junto con la hoja parroquial nos entregaron una cuartilla en la que se explicaba qué defendía cada candidato: era una tabla bien sencilla en la que simplemente contaban qué respuesta daban a los temas que más preocupa a la iglesia:
Al tema del aborto, el republicano opina esto, la demócrata esto, y el liberal esto.
Al tema de…
Así un montón.
Y a mí me pareció muy bien. Cada uno que vote lo que crea más conveniente. Ellos simplemente daban la información. Creo que hay que ser coherente, y si estos temas afectan a las creencias que las personas religiosas tienen, pues hay que decirlo para que todos estén informados, y luego cada uno que actúe en consecuencia.

Ya nevó un poco el fin de semana pasado, así que no me quejo. Pero no fue nada del otro mundo. Sigo esperando más cantidad.

Y con esto me despido por esta semana, señores. Voy a poner notas, que se nos acaba el segundo “quarter”. Eso quiere decir que estamos ya a la mitad del curso. Esto va que vuela.
Besos.

sábado, 16 de enero de 2010

Los MCAS, y un fin de semana corriente

Hola a todos:
Hoy toca poneros al día de mis andanzas de la semana, así que vamos a ello.

Primero os hablaré de la escuela:
He tenido menos clases esta semana, porque han estado haciendo de martes a jueves una especie de “entrenamiento” para los exámenes finales, que son externos (los MCAS de los que ya os hablé). Se pasaron los tres días haciendo exámenes, pero las notas que saquen son sólo para ver cómo van de nivel, y a la vista de los resultados, pues prepararles para los de verdad. Eso significa que me he perdido las clases de la mañana estos tres días, aunque teníamos que estar pasándonos de cuando en cuando por las aulas a ver si los profesores necesitaban salir al baño o a alguna otra cosa. Aunque parezca que era algo bueno, porque te libras de dar alguna clase, al final estábamos cansados porque uno necesita su rutina, y como tampoco estábamos libres trabajando en nuestras propias aulas sino que teníamos que estar en algún lugar cerca de la que te han asignado y salir a cada media hora a ver si algún profesor necesita tiempo libre, pues no aprovechas el tiempo y te cansas más que cuando haces lo de siempre. Pero lo bueno es que he pasado más tiempo charlando con Rosa y con Sara, y eso ha estado bien.

La profesora de 7º me dijo el viernes cuando aparecí por la clase que los alumnos me habían echado de menos. No, si ya verás, acabarán cayéndome bien y todo… Ese día, como era ya el último de la semana y estaban cansados de los exámenes de los días de antes, les puse otro trozo de la película que empezamos la semana de antes. Pero para ponerla en español y que pudieran leer los subtítulos en inglés y la entendieran, en vez de en la tele, donde se ve muy pequeño, se lo puse a través del ordenador, con un cañón, en pantalla grande, y con altavoces y todo. Como en el cine. Y la película está muy bien para ellos: “Holes” de Disney. La descubrí hace poco. Cuando la tuve que parar, los que ya la conocían empezaron: “¡Oh, no, si ahora viene cuando pasa esto y esto otro!” contándoselo a los demás. El próximo viernes la acabamos.

Pero todas estas cosas las puedo hacer porque me siento a gusto en el aula, y eso ayuda mucho. Allí tengo mesa para dejar mis cosas, tengo el proyector de transparencias siempre puesto y listo, con lo que las uso porque me resulta cómodo, y la profesora me apoya y me cae muy bien. En las otras aulas apenas tengo sitio para mis cosas, a veces una banqueta, y todo está más complicado de conseguir, así que acabo no poniéndoles películas ni transparencias ni casi nada. Si yo tuviera mi propia aula, lo tendría todo diseñado para poder usar todo esto, y me iría mejor. Lo malo es que en España, cuando vuelva, tampoco tendré mi aula y otra vez tendré que ir arrastrando el reproductor de cd y los libros cada hora, y por todo el jaleo que se monta dejaré de poner vídeos con el cañón o de usar las transparencias… Suena pesimista, pero me doy cuenta de lo importante que es tener un aula propia. Tendría todo el material preparado para que hagan proyectos… En fin.

Me voy del tema principal: las clases de la semana.
Con los más pequeños seguí dando clase con normalidad todos los días. Con 1º y Kinder me fue muy bien esta semana. Les he enseñado las vocales, y para eso les llevaba una ficha cada día con una de las vocales y con dibujos alrededor para colorear con palabras que empezaban por esa vocal. Pero eso era para el final de la clase. Al principio, les hacía ejercicios orales divertidos para que repitieran las cinco vocales juntas, y luego cantábamos una canción de un CD que se llama “Pasito a pasito”. Los de mi casa saben cómo son esas canciones, porque teníamos el disco de pequeños y nos encantaba, y pensando en él, me compré el CD estas navidades. Las canciones son muy sencillas pero muy bonitas, y las voces son de niños. Esta canción en particular, dice las distintas cosas que podemos hacer con la boca: “con la boca decimos las palabras bonitas; con la boca comemos las comidas más ricas; con la boca reímos – nos encanta la risa;” etc. Y luego sigue con las vocales: a, a, a – para papá, e – e – e para bebé, i – i – i para Mimí, ... hasta la u. Yo he cambiado algunas palabras. El caso es que les ha súper-encantado esta canción. La he puesto toda la semana y no se cansaban. Se lo he pasado a Rosa y Sara (en la foto del blog aparece “Zarak” pero la llamamos Sara) para que se lo copien porque les ha gustado también mucho. Yo los ponía en un corro y hacíamos todos los gestos, y luego para las vocales saltaban abriendo las piernas o levantando los brazos como simulando ser esa vocal. Incluso luego, mientras pintaban, les ponía la música de fondo y ellos seguían cantando y haciendo los gestos. Ha sido un éxito y estoy muy contenta por ello. Hice vídeos. Los pasaré por email a la familia…

La clase de 4º es la última del día y la peor. Son todos buenos niños, pero juntos sacan lo peor de cada uno. Un día hablé con la profesora al final de la clase cuando ya se habían ido, y me dijo que a ella también le faltan al respeto. Son una clase muy difícil, no sólo conmigo. Pero yo, encima, los tengo a la peor hora. Es una pena.

En el aula de Rafael, que a la postre es como la mía porque es donde trabajo y tengo mis cosas, he conseguido que vengan a poner unas banderas que hace tiempo que estaban por colgar. Pero vinieron cuando yo no estaba, y no encontraron la de España, que la tenía en mi cajón. Sammy que quiso darme una sorpresa, y no salió bien la cosa. Así que falta ésa, y hasta que no la pongan no os enseño cómo ha quedado. No es por nada, pero la de España va a ser la más bonita. Tiene unos colores llamativos y preciosos. Las otras son muy sosas: todas con azul, rojo y blanco, combinado de formas distintas. No destacan. No, la mía la mejor. (¿Alguien nota un pelín de patriotismo eufórico exagerado en este párrafo…? Pero se entiende, ¿no? La lejanía es lo que tiene...)

Bueno, esto es todo del colegio. Un día me haré una foto para que me veáis cómo voy cada día al colegio: la cazadora que me compré la semana pasada es súper-calentita, y llevo las manoplas que os conté que me traería de España, que me las trajo mi padre de un viaje de Rusia hace muchísimos años, y que son mucho más calentitas que unos simples guantes de lana. Eso, más la bufanda, el gorro, y mi bolso con la comida del día, estoy la mar de mona y de “apañá”.

Está haciendo frío, la verdad. Lo que pasa es que uno sólo lo nota cuando va de camino entre un sitio y otro, porque luego ya os he contado que dentro de los edificios la calefacción está altísima y si te pones un jersey muy gordo te asas. Yo no me pongo jerseys aquí. El miércoles, que iba a ir a Boston, me puse unos pantalones debajo de los de calle, como si fueran una camiseta interior, pero en pantalones. Quería probar. Pero no sé si me hicieron gran efecto, y no estoy acostumbrada. Creo que no los usaré mucho. Así que frío sí, pero nevar no nieva. Aún, por el helor, quedan montones de nieve acumulados a los lados de las calles. Ya sucia. Pero no cae más… Yo que quería que nevara sin parar hasta hartarme… Pero se está haciendo de desear.

El miércoles, como digo, estuve en Boston. Fui a despedirme de Noelia, la chica que estaba en el centro de recursos de español. Se deja la beca, porque verdaderamente estaba en unas condiciones pésimas y creo que ha hecho lo mejor. Estuvimos tomándonos un chocolate calentito mientras ella me contaba todo por lo que ha pasado, y no es poco. La echaré de menos, porque aunque vivía en Boston, sé que hubiéramos quedado más veces y habríamos hecho cosas juntas.

Y en cuanto al fin de semana, pues lo siento pero no tengo nada interesante que contaros. Pero es que todas las semanas no puede uno estar haciendo extraordinarios, ¿no? Me he acordado de un chiste del programa ése que no sé si todavía hacen en Canal 9, “Socarrats”, en el que una chica acababa montando una fiesta en su casa porque necesitaba colgar fotos en Facebook como fuera para que se notara que tenía una vida social interesante. Porque claro, ella veía a tantos que contaban todas las cosas estupendas que hacían, y ella tenía una vida tan monótona, que la deprimía. Bueno, pues yo quería ver si me salía algún plan este fin de semana para podéroslo contar, pero no, oigan, nada. Se siente.

Sólo os puedo adelantar que el lunes es fiesta aquí (el día de Martin Luther King), y que ese día el gimnasio ofrece masajes gratis. Y allá que voy yo. Además, ya me ha confirmado Phil que ha conseguido entradas para el partido de los Lakers contra los Celtics para el 31 de enero. Y por último, algún día quedaré con una mujer que se llama María, y que parece que vive no lejos de aquí, que es española. Me descubrió ella a través del sistema éste de Iberia-Boston del que os hablé una vez, y se puso en contacto conmigo.

Hoy sólo he salido a hacer tres recados:
-Recoger unos papeles a correos para hacer la declaración de la renta aquí, porque claro, la voy a tener que hacer doble esta vez –a ver si me aclaro.

-Al banco para que me cambien el nombre. Sí, hijos, sí. Pese a mis buenas intenciones de dar sólo el nombre corto “Amparo Miró” para no liar al personal, veo que lo mejor es dar mi nombre completo a todos para evitarme follones legales, porque como en el pasaporte figura el nombre completo “María Amparo” y los dos apellidos, pues ellos se fijan en eso y por mucho que les expliques no hay manera. Así que a partir de ahora, mi nombre va a ser María, y voy a tener un nombre segundo, que será Amparo, pero figura sólo la inicial. Los apellidos los uno con un guión, y chimpún.

-Y al supermercado. Ahí he caído en las dos tentaciones que tengo: me he comprado un par de plantitas más (unas margaritas para mi repisa junto a la ventana, y una orquídea para la bancada de la cocina), y una revista de cotilleos para la tarde del sábado aquí en casa. Por supuesto, una semana más, Jennifer Aniston en la portada. Es fija. Para poneros al corriente, que sepáis que ahora resulta que quiere adoptar un niño y se lleva estupendamente con Brad Pitt, y éste le está dando consejos para que sepa cómo llevar adelante el proceso de adopción. Bueno, pues ahora Angelina Jolie está que trina porque ella le ha regalado algo a él, agradeciéndole las atenciones y, claro, eso le ha sentado fatal, y lo llamó a su trabajo y todo. No veas. Está claro que en estas revistas, Jennifer Aniston sigue cayendo de maravilla y a Angelina no se la tragan. Y yo encantada de que me lo cuenten, oyes.

Voy a cenar, que ya va siendo hora. Los fines de semana me vuelvo a acoplar al horario español: he comido a las 2, he merendado, y ahora que voy a cenar ¡¡¡son casi las 9!!!

Besos a todos mis asiduos lectores. Hasta la próxima.

domingo, 10 de enero de 2010

Comienzo fuerte tras el parón navideño

Bueno, pues ya ha pasado mi primera semana completa desde la vuelta, y ya tengo alguna cosa más que contar. Ha sido una semana larga, la verdad. Después de las vacaciones, volver a ponerse en la rutina del trabajo desde el lunes sin descanso, cuesta, pero bueno, ya ha pasado, y ya vuelvo a estar centrada y sé por dónde seguir.

Empecé las clases de la semana hablándoles a mis alumnos de los Reyes Magos, y les puse un vídeo que alguien de Facebook me pasó con imágenes de la cabalgata del año pasado. Yo les explicaba todo, y me centraba especialmente en cómo se entregan los juguetes en Ibi, claro. En el vídeo no se ve cómo ponen las escaleras contra los balcones y suben el paquete, pero sí se ven los camiones, muchas escaleras con paquetes encima, y con mi explicación creo que quedaba todo bastante claro. Creo que les gustó, y alguno preguntó si los Reyes iban a venir aquí, y otro incluso dijo que el año que viene quería irse a España (porque además les dije que allí los niños aún estaban de vacaciones, claro). En fin, fue algo curioso para ellos. Algunos hispanos, sobre todo los de Puerto Rico, conocen a los Reyes Magos porque también los celebran, y alguno incluso recibió algún regalo el día 6, según me contaron. Me hizo gracia que algún niño dijo, respecto a los pajes, que “¡qué negros eran!”, y es que, claro, la gente de raza negra, de verdad, son más marroncitos, pero allí -como no los tenemos "al natural", les pintamos la cara con un color negro tan negro, tan oscuro, que llama la atención. El caso es que hasta los que ya saben quién es Santa Claus, se creyeron que los Reyes Magos existen, porque, como bien decimos nosotros: “son magos”, y nuestra forma de entregar los regalos parece tan real que no hay quien no se lo crea.

(Párrafo especial sólo para los que NO son de Ibi:
Respecto a esta tradición de mi pueblo, para que entendáis mejor lo de antes, y porque es algo de lo que nos sentimos orgullosos, os explico: tras la representación teatral y el desfile de carrozas con los Reyes Magos, castillo de fuegos artificiales, etc., un montón de chicos voluntarios del pueblo se disfrazan de "negros" -que así es como les llamamos-, que vienen a ser los pajes del rey Baltasar, y reparten los juguetes por las casas. Lo hacen así para que los niños no les identifiquen. Se pintan la cara toda de negro, y llevan ropa negra excepto por unos pantalones cortitos muy coloridos, para que queden bien exóticos. Los padres, el día de antes, dejaron secretamente los juguetes en cajas etiquetadas en un lugar del pueblo concreto. Allí las organizan por calles, y las meten en camiones, y así el mismo día del desfile, antes de acostarse, todos los niños esperan ansiosos a que pase por su calle algún camión con sus juguetes. Antes o después, reciben los juguetes de manos de los propios pajes reales, que van por las casas de una en una entregando estas cajas. En caso de que la casa tenga balcón y una altura asequible, apoyan una escalera contra el balcón y suben las cajas por allí. Es típico dar un beso "al negro", agradeciéndole los regalos, y que el niño quede con la cara toda manchada de la pintura. Al final de la noche los "pajes" tienen las mejillas ya blancas. Así que nada de acostarse y encontrarse los juguetes ahí a la mañana siguiente. He de destacar que Cáritas se encarga de que hasta los niños más pobres tengan su caja de juguetes. Es una noche muy especial para todos).

Año nuevo, vida nueva. También empecé la semana dando a los alumnos instrucciones de cómo iban a ser las cosas a partir de ahora. Siguiendo alguna de las ideas que cogí en aquel curso que hice un día que me gustó tanto, me compré en España un timbre de ésos que hay en los hoteles en recepción. Tienen un sonido agradable, pero lo suficientemente alto como para que se oiga bien. Cuando lo hago sonar, han de callar. Así yo no tengo que alzar la voz. Funciona bastante bien. También cantamos una canción al principio y al final de la clase, cortita pero graciosa, que les sirve para desconectar de lo que estaban haciendo y centrarse en la nueva clase. Está funcionando bien también. Ellos mismos me lo recuerdan cuando se me pasa. Y además he nombrado a un delegado de la clase. Cada semana será uno distinto de manera que todos lo harán en algún momento. Y ése será como mi ayudante (así les suena más divertido). Se encarga de borrar la pizarra, escribir la fecha, repartir y recoger los libros, y cualquier otra tarea que se me ocurra. Y de momento lo hacen encantados. Ah, y si no tienen ningún negativo a lo largo de la semana, el viernes reparto un “Golden ticket” a cada uno. (Esto es un sistema que tiene el colegio para premiar la actitud positiva, y ponen su nombre en el papelito y lo meten en una caja, y luego no sé si es que les dan algún tipo de premio o algo, pero les motiva bastante).




Claro que todas estas cosas no son eternas. Pronto tendré que inventar nuevas técnicas. Ahora, fíjate tú lo que son las cosas, estoy teniendo unas clases geniales con 7º. Estoy muy contenta con el grupo. Hay días de todo, porque con 5º y con 4º he tenido clases muy malas esta semana, pero yo creo que la cosa va bien.

Aparte de las clases, estas semanas son importantes para nosotros porque como ya os conté, a finales de enero será la votación definitiva para ver si cierran el colegio a finales de curso o no. De momento, en una reunión que convocaron para el miércoles, nos anunciaron que el presidente había dimitido (ése que hace apenas un mes o dos reelegía la Junta Directiva), y el que iba a tomar el cargo temporalmente se presentó y nos contó qué otras medidas iban a tomar con el objetivo de salvar la escuela. Reconocen que el fallo ha estado en el equipo que lidera el colegio (¡y tanto!), y que por eso van a cambiar más personas. Pero también es verdad -aunque esto no lo dijeron allí y mucho menos de esta manera-, que va a haber más presión sobre los profesores porque van a entrar a sus clases y a controlarlos (-nos) más, a ver cómo se hacen las cosas. A mí plin, porque ya estoy acostumbrada desde el primer día a que me observen, y además si no les gusto, me vuelvo tan tranquila para casa y experiencia cumplida. Pero vaya, mi asignatura no es la que más les preocupa.

Pero bueno, el caso es que entre las medidas que van a tomar de cara al próximo curso, según un email que nos llegó el jueves o el viernes, es que si el colegio sigue en pie, se reducirían las clases de español de 5 a 3 días a la semana, para dedicar los otros dos a repasar para los MCAS, que son unos exámenes externos que han de hacer los alumnos, de matemáticas, inglés y ciencias. Los resultados se ve que son bajos, y es uno de los motivos por los que el consejero de educación dijo que la escuela no cumplía los objetivos con los que se abrió y que por eso quería cerrarla.

Si las medidas que están sugiriendo no cambian la forma de pensar de esta gente y la votación es negativa, entonces lo más probable es que una empresa que ya tiene nombre y apellidos, se haga cargo de todo, y despida al 100% de la plantilla y empiece con el colegio desde cero a su manera. Así que la gente está preocupada porque son muchos los que, si pierden este trabajo, se encuentran en una situación muy comprometida. Y muchos son de la opinión de que la opción que va a salir adelante es ésta segunda y que la escuela la van a cerrar.

-Seguiremos informando.

También al principio de la semana me dediqué a repartir los regalitos que había traído a algunos compañeros, por eso de tener un detalle (que ya Rafael lo tuvo con nosotros antes de las vacaciones), así como los encargos que me hicieron. La señora que me pidió unas castañuelas estaba contentísima. Y Ana también tuvo un detalle, y a mí me regaló ¡¡una camisa!! Es roja, muy bonita. (Es de la tienda donde ella trabaja y le hacen descuento especial). Así que todos contentos.

Aparte del colegio, las cosas van bien, sin grandes novedades: el tiempo está bastante tranquilo. El viernes nevó un poquito, pero nada más. La temperatura es bastante baja, eso sí. El lunes, yendo al colegio, resbalé por el hielo que había en la acera de la nieve que quedaba y se había congelado. Me lastimé un dedo de la mano al apoyarme, se me hinchó y aún hoy domingo me duele un poco. Pero menos mal que no fue nada más.

Ya he estado en el restaurante “Olé tapas bar” que hay en la calle de detrás de mi casa. Tenía ganas de ver cómo era el sitio, por eso de que se supone que es un restaurante de comida española. Es todo a base de tapas, hasta hacen una tapa de “paella”… En fin, los mejillones al vapor estaban bastante duros, pero hubo otra cosa que llamaban “beso flamenco”, que estaba bueno, con pimiento rojo y una salsita. Lo mejor fue un jerez que bebimos con el postre.

Ayer fui con Rafael a comprar a un sitio donde sólo puedes ir si tienes tarjeta de cliente, y es de venta al por mayor. Fue curioso para mí, y me vino muy bien porque compré algunas cosas que salen muy muy bien de precio.

También estuve en el cine. Ya veis que este fin de semana he compensado por el fin de semana pasado que me lo pasé sola en el piso casi sin salir… Vi “Avatar”, que como muchos sabréis, se puede ver en tres dimensiones con unas gafas que te dan. Bueno, pues tenía mis dudas, pero ahora ya puedo confirmar que yo no puedo ver películas en tres dimensiones. Me da pena, porque ni siquiera puedo imaginarme eso cómo es. Pero es así. La mayoría de los que me leéis sabéis que aunque tengo visión en los dos ojos, sólo fijo la vista con uno, y el otro se supone que acompaña los movimientos del primero (aunque no siempre). De alguna manera, para captar lo de las 3 dimensiones, es necesario poder ver con los dos ojos, porque lo único que yo sé es que vi la película con las gafas puestas para no verlo borroso, pero para mí todo era como cualquier otra película normal. En fin, ahora ya lo sé.

Algunas fotos sueltas que tenía por ahí:

Para ir al colegio, todos los días paso por delante de este canal. Ahora está el agua congelada y cubierta de nieve.


La exposición de los proyectos que hicieron los de 6º en español:


El proyecto de los de 7º era la descripción de las personas: física, de personalidad y la ropa.


La iglesia donde voy todos los domingos:


En casa de mi madre, abriendo los libros que nos regalamos siempre el día de Navidad (tradición que comenzó mi padre):







Es todo por hoy. Os dejo. Notaréis que me voy enrollando menos, ¿eh? He de cuidar a mis lectores...
Besos.

domingo, 3 de enero de 2010

Año nuevo... regreso a donde estábamos

Bueno, pues se acabaron las vacaciones. Ya estoy aquí de vuelta. Por cierto, feliz año nuevo a todos.
Os advierto que no tengo mucho que contar, y que ésta no va a ser mi entrada más entretenida. A tiempo estáis de volveros atrás.

La semana que estuve en casa pasó rápida. Sobre todo los últimos días. Me hice una lista con todo lo que quería dejar hecho, y la cumplí: visitas, compras, cosas que llevar en la maleta, papeles que organizar… Por primera vez en mi vida (que yo recuerde al menos), recibí un regalo de Papá Noel. Aunque yo creo que es que los Reyes Magos tuvieron la deferencia de enviar mi paquete unos días antes…

El día 1, de madrugada, empezó mi viaje de regreso. Hace tiempo que anularon el vuelo de media mañana, así que no tenía otro remedio que coger el de las 7.15. Sin novedades. A las 8.15, aproximadamente, ya estaba en el aeropuerto de Madrid, dispuesta a esperar al siguiente, que no salía hasta las 13.40. ¿Restamos? 5 horas y 25 minutos. Da tiempo a desayunar, ir al baño con tranquilidad, pasear, ver tiendas, ver una revista, hacer sudokus, ver el correo con mi super-ipod (eso sí, pagando) y escribir un par de mensajes en Facebook, comer, y ponerse a hacer cola, otra vez.
Pero esta cola era ya de ésas que han impuesto los aeropuertos recientemente a raíz de los nuevos problemas con intentos de atentados. Todos los que íbamos en vuelos a Estados Unidos con Iberia hacíamos la misma cola. Y no son vuelos de 4 personas, vaya. En estos aviones hay dos pasillos, o sea que calculo que unas 8 personas en cada fila, por unas 40 filas en cada avión, hace un total de 320 personas, multiplicado por 4 vuelos distintos, todos en la misma cola, pues ya ni te cuento.
-Control primero: revisar las tarjetas de embarque
-Control segundo: separados hombres y mujeres en filas distintas. En cada una, policías (hombres o mujeres respectivamente) revisan los abrigos y chaquetas, carros, etc., y hacen un cacheo general de cada persona.
-Control tercero: revisión de las bolsas de mano: las abren y las repasan todas.

Conclusión: un retraso de casi dos horas, porque después de estar ya todos dentro del avión, como se te ha pasado la hora, te toca esperar a que te den permiso para despegar otra vez. La frase “armar rampas – cross check” la dijeron tres o cuatro veces las azafatas. Un asco.

Así que con tantas horas de espera y de retraso, y luego el viaje en sí, pues se me hizo pesado el vuelo.
En Boston aterrizamos ya con nieve, y ha seguido nevando todo el fin de semana, aunque poco a poco, pero hay una buena capa. Eso no nos va a impedir tener clase mañana, desafortunadamente.
Otra cosa curiosa fue que en el aeropuerto de Boston, recogiendo las maletas, pasó una mujer con un perro oliendo las bolsas. El perro olisqueó un par de un carrito que había cerca del mío un buen rato, pero luego pasó de largo.
Pero las horas de espera no terminaron ahí. Aún quedaba llegar a la estación de tren, y como era día de fiesta corrían menos trenes, y me pasé casi dos horas otra vez sentada, esperando en la estación. Luego el trayecto en sí… Todo el día.
Llegué a casa sobre las 9 de la noche, que en realidad para mi cuerpo eran las 3 de la mañana. Y me había despertado a las 4 y media, más o menos, con muy pocas horas efectivas de sueño.

En el piso todo seguía como me lo dejé, menos una plantita que la tenía en coma. Pero la regué y ha vuelto a levantarse. Abrí las maletas y todo estaba bien. Me había traído algo de embutido, cómo no, turrón, y algún regalito para los compañeros aquí, aparte de los encargos: unas castañuelas, unos polvos para la cara de una marca concreta, una bandera de España…
Cena y a dormir.

El fin de semana en sí ha sido muy aburrido. No he visto a nadie. De los pocos que conozco, o están aún de vacaciones (ellos que pueden), u ocupados con sus cosas. El sábado fui a comprar alguna cosa que necesitaba. Casi no he salido más.

Ya veis que no mentía cuando os decía que no iba a ser una entrada muy interesante. Y tampoco tengo fotos… Bueno, prometo algo mejor la próxima semana. Seguro que me han pasado muchas cosas. ¡¡Espero que la mayoría positivas!! Ya os contaré.
Un abrazo.