Queridos lectores:
Una semana después de aterrizar, Claire se marcha en otro avión de vuelta a casa. La visita ha sido más que agradable: ha sido estupenda. Y me ha venido de maravilla.
Llegó el sábado pasado, como ya os conté. El domingo pasamos el día por Boston. Nos lo recorrimos a pie enterito. No nos quedó nada pendiente. Visitamos el acuario,
el North End, con la taberna más antigua de la ciudad,
paseamos por Beacon Hill,recorrimos algunos parques y tomamos un picnic en uno de ellos.
El lunes se vino con nosotras Shikshya, una compañera del colegio que creo haber nombrado ya. Es de Nepal. Muy maja. Nos fuimos a desayunar a un sitio muy popular,
El jueves me lo pude tomar libre y fuimos a las islas que rodean el puerto de Boston. Visitamos Georges Island, en la que hay restos de una fortaleza, y comimos allí también. Pero lo mejor fue el paseo en barco.
El viernes Claire hizo una última visita –con compras incluida– a Boston, y por la noche vino Mónica y estuvimos jugando al Trivial, que aún no lo había usado nunca desde que me lo dio la enfermera que me dio de todo al principio del curso. Lo pasamos bien y estuvimos hasta bien tarde.
Y en fin, el sábado fuimos a visitar el Museo de Ciencias, que nos llevó mucho tiempo porque es de ésos interactivo que está montado para que tú mires y toques y pruebes… y estuvo curioso. Comimos en el mismo museo: pese a su resistencia, Claire probó un perrito caliente. Era lo que nos quedaba ya para zanjar la lista de "todo lo típico americano". Y no le disgustó.
(Hasta aquí las fotos y vídeos...)
Y mientras ocurrían todas estas cosas, mi vida en el colegio seguía adelante con las siguientes novedades:
-Ya he visto a un ratón correteando por la clase de Rafael y mía. Antes lo había intuido pero el otro día lo vi tal cual: chiquitín, pasando por al lado de unas estanterías, y escondiéndose por otro rincón al poco rato después. Estaba a mitad de una conversación con Rafael, así que al parar de hablar y ponerme a mirarlo, Rafael se dio cuenta y lo vio también. Hemos avisado para que pongan trampas, pero que yo sepa aún no lo han hecho.
-Dentro de dos domingos celebrarán aquí el Día del Padre. En la clase de 1º, la profesora decidió dedicar la hora que yo paso con ellos martes y jueves que no damos español, para preparar alguna tarjeta para ellos. Pero me avisó de que iba a ser un asunto delicado en algunos casos: muchos niños no viven con sus padres y no tienen relación con ellos, o tienen una relación negativa con ellos y no quieren escribirles nada, o no los conocen, etc. Había que intentar encontrar alguna figura masculina que hiciera el papel, así que estuvimos primero charlando con ellos a ver a quién querían dedicarle la tarjeta: un hermano mayor que es como un padre, un tío, un abuelo, el nuevo novio de su madre… Una niña tiene a su padre en la cárcel, y la profesora dijo que no tenía certeza de que pudieran hacerle llegar la tarjeta al hombre por razones de seguridad, así que tendrían que pensar en otra cosa.
La maestra propuso que el que no quisiera hacer la tarjeta a su padre, o no tuviera a quién hacerla, que le dedicara una a la profesora x que había estado mala ese día. Y la niña del padre en la cárcel vino llorando diciendo que ella quería hacerle una a su padre, no a la profesora. En fin, la verdad es que ya veis: se intenta tratar el tema con naturalidad para no afectar a los niños, pero hay muchos casos difíciles.
-Y por último, el viernes fue un día malo. Muy triste. Nos dieron las fechas de comienzo del curso para el año que viene: las clases comienzan el 24 de agosto, pero los maestros tienen que estar aquí antes para asistir a unas charlas que se supone que te ayudan a formarte profesionalmente, y para explicarte cómo va a funcionar todo este próximo año, etc. Un rollo. ¿Adivináis la fecha? Seguro que no: empezaremos el 10 de agosto. No, no volváis para atrás. Habéis leído bien. (Y justo aquí quería yo insertar un par de palabras malsonantes que me nacen de dentro, pero me las ahorraré por discreción).
Todos estaban enfadados, pero yo más. Lo siento, pero lo mío es peor. Ellos vienen refunfuñando el día 10, pero al final del día se van a casa con los suyos. Yo ya no podré. Sé que no puedo quejarme, que tengo ya bastantes vacaciones, vale, lo sé. Tengo un pisito estupendo al que volver también. Y que no son tantos días al fin y al cabo. Pero fastidia. Fastidia mucho. Aguanté todo el día, pero a última hora la rabia me hizo que me entraran ganas de llorar. Y lloré un poquito. Un buen compañero, Jeff, se dio cuenta, y me llevó a un bar cercano a tomarnos una copa. La copa y la conversación me animaron y me ayudaron a ver las cosas desde un lado mejor. Así que ya se me ha pasado el berrinche gordo. Pero aun así sé que el 9 de agosto, cuando esté volando, volveré a echar alguna lagrimita más.
Pero yo me lo he buscado. Yo quería volver un año más. En fin. Volveré a pensar en las cosas buenas que haré y que me pasarán. De hecho, ya tengo algunos planes. Claire dice que si encuentra un vuelo barato, volverá a venir en agosto. Pero no es buen mes para las ofertas… En fin, ojalá.
Bueno, chicos, os dejo con un apunte anecdótico: un email que recibimos a la lista de Iberia-Boston (ya sabéis, la lista de gente española que vive aquí y que se utiliza para pedir información de temas que nos preocupan y afectan por igual, o para buscar piso de alquiler para venir a vivir, enviar comentarios…) Uno nunca deja de sorprenderse de lo diferentes que somos las personas. He aquí el mensaje que, como digo, recibimos todos los abonados:
“Soy xxx, vivo en Boston y busco compañía para ir a la playa de Ipswich uno de estos días, plan rollo parejita pasajera para compañía. Soy Médico, gente normal, sólo que aburrida de la gente angloparlante y la diferencia de culturas que no hacen química en su mayoría. Chicos interesados, aquí tienen mi email”
Uno le contestó interesado (no a todos, sino ya sólo a ella), pero luego le volvió a escribir en plan burlón, y ella entonces, enojada, lo publicó todo en la lista otra vez para vengarse, añadiendo su propia foto (como queriendo decir "no me da vergüenza"), y diciendo que no sé porqué lo ven mal. Alguien dijo, por cortar y darle un toque de humor al asunto, que la verdad es que es un sistema más barato que "eharmony" -un portal en internet de ésos para buscar pareja.
Ya veis. “Hay gente pa’ tó”
Feliz semana.
Me siento como una intrusa, porque este bloc tiene aspecto de ser un diario personal para amigos y amigas de la autora, pero Massachusetts y especialmente Boston, me traen muy buenos recuerdos y no he podido evitar la tentación de darle una mirada.
ResponderEliminarLa última vez que estuve en Boston yo también crucé a pie el puente sobre el Charles para ir a Cambridge, pero me costó encontrar cómo llegar al puente desde Commonwealth Avenue, aquello no está pensado para peatones. Y ya en Cambridge, continué a pie hasta más allá de Harvard University. Era por la mañana muy temprano, por el puente sólo había los habituales del jogging y otras personas que sacaban a pasear a sus perros. Eso fue el 2001. Ahora, con mi artrosis de rodillas, no sé si tendría ánimos para hacer una caminata como aquella. Que te vaya muy bien por Nueva Inglaterra.
Hola Mercé. Gracias por tu comentario. Es verdad que la idea inicial era que el blog fuera una manera fácil para familia y amigos cercanos de saber de mí, porque además no creía que pudiera interesar a nadie más. Pero por eso también me alegra saber que hay más gente que lo sigue, aunque esporádicamente.
ResponderEliminarComprendo tu nostalgia. Creo que a mí me pasará igual en el futuro cuando vuelva. Cuando uno pasa mucho tiempo en un sitio, el recuerdo queda siempre ahí dentro. Lamento lo de tu artrosis...
Un abrazo, y gracias de nuevo por leerme.