sábado, 31 de octubre de 2009

Hispanic Heritage Celebration y otros temas de la semana

Hola de nuevo:
Esta semana han habido un par de acontecimientos interesantes en la escuela. Si me alargo mucho, ya os lo aviso para que dividáis la lectura en dos sesiones. El que avisa no es traidor.

Lo primero es que este jueves en el colegio hemos tenido el “Hispanic Heritage Celebration” – o día de la herencia o patrimonio hispano. Esto fue por lo del pasado 12 de octubre, que aún no lo habíamos celebrado propiamente. También creo que en abril hay una gran celebración por parte de la comunidad asiática. Pero ahora nos tocaba a nosotros. El caso es que no tuve clase en todo el día porque estaba ayudando por ahí. (¡¡Yújuuuu!!) Y el espectáculo estuvo bastante bien.

Tras el desfile de banderas y canto del himno (tengo el vídeo y está muy oscuro así que no se ven las caras pero sí se oye todo, pero ya no me atrevo a colgarlo -lo siento por vosotros), empezaron las actuaciones de los niños en el escenario. Era como una función teatral de fin de curso de cualquiera de los colegios donde hayamos ido de pequeños cada uno, pero con el punto en común de que todo tenía relación con el español de alguna manera. Niños cantando "Buenos días", "Hola means Hello", y cositas así. Y luego el espectáculo más llamativo era que contrataron a un grupo de flamenco, y una señora iba explicando los diferentes tipos de baile que tienen, lo que son las castañuelas, lo que significa el taconeo, etc. Estuvo muy interesante.

Para los profesores y los alumnos que participaron trajeron comida, y muchas cosas estaban buenísimas. Había unos buñuelos colombianos riquísimos. Creo que me comí tres.

Aproveché para hacer un montón de vídeos y fotos de todos los alumnos que me encontraba (de los pequeños sobre todo, claro, que se dejan más y me apetecía más. De los de 7º ni loca).

También hice una foto de los que formamos el departamento de español, pero tendré que pedirles permiso antes de colgarla. Ya no me atrevo a poner nada... Bueno, el que quiera ver estas cosas ya se las enseñaré cuando vuelva o las enviaré por email. Ya veremos.
El caso es que lo pasé muy bien.

Dos compañeras del departamento, Rosa y Zarak (la llamamos Sara) se quejaban de que las profesoras de octavo se salieron del espectáculo enseguida, a mitad de los bailes de flamenco, delante de todos, con sus grupos, porque no les interesaba. Eso está muy, muy feo.
Pero en general fue un día diferente, divertido e interesante. Adjunto un par de fotos que os dan una idea y que creo que son inofensivas.
Vista general del escenario, con las bailadoras de flamenco:
Los buñuelos que os decía, y unas empanadillas que había que mezclar con la salsa que se ve en un vasito, que era picante.
Para ellos la banana es lo que para nosotros el plátano. Y el plátano para ellos es una cosa similar pero más grande y que no se come crudo, sino que se fríe. Es lo que veis en la foto, y se moja en sal (podéis ver la tacita detrás).

Además, de vez en cuando se organizan días especiales, y este viernes teníamos uno de ellos. Con motivo de Halloween, los niños podían venir disfrazados al colegio. Y también hice alguna foto. Aunque no vinieron tantos como yo creía. Pero es lógico: a los mayores ya les da más vergüenza. Lo divertido era ver a los profesores. Había algunos con apenas detalles muy sencillos pero que les daba un toque muy original y gracioso.

A veces organizan el día de “tu color favorito”, por ejemplo, y ese día pueden venir vestidos de cualquier color. De otra forma, aquí hay uniforme pero de una manera que yo describiría como relajada. Es decir, que los niños vienen de muchas maneras distintas, pero siguiendo unas reglas: camiseta o suéter blanco, azul marino o granate y falda, pichi o pantalones azules o beige. Y nada en la cabeza.

Por otra parte, paralelamente a estas celebraciones, han estado habiendo entrevistas para el director ejecutivo del colegio para el año que viene. Al principio no mostré ningún interés en el tema, pero finalmente pensé que podría ser interesante observar cómo funciona todo esto también. ¿No quiero conocer la cultura de un país y cómo se hacen las cosas y lo que piensa la gente, etc? Pues ésta era una de las oportunidades que tenía.

Hay tres candidatos. El actual director ejecutivo en funciones, y dos más. Cada candidato tiene un día para hablar con todos y darse a conocer y conocer el colegio. Nos pasaron a todos por email sus curriculums (otra palabra que yo creía que era internacional y resulta que aquí si la usas no saben de qué hablas. Hay que decir: "resumé"), y la agenda del día: se reúnen en una sala, a diferentes horas, con los diferentes grupos que forman la comunidad educativa, y cualquiera puede ir a conocer a ese candidato y hacerle todas las preguntas que quiera. Había un encuentro por la mañana con los padres, luego con los de administración, con los mismos alumnos, con los profesores de la escuela primaria y por último con los de la escuela media. También les hacían un recorrido por el colegio, y les llevaban a ver las instalaciones de lo que será el nuevo centro el año que viene, según está previsto.

A la reunión del candidato con los profesores de la escuela media, que ya era a las 5 de la tarde, no fue tanta gente, pero sí había un buen grupito. Cuando yo llegué, la gente tenía preguntas preparadas porque realmente querían saber cómo tenía él pensado solucionar ciertos problemas o qué pensaba de cómo se debe actuar ante ciertas situaciones, etc. Algunos iban a hacer sus preguntas y cuando se las contestaba se iban. Para mí fue muy interesante, no sólo porque el candidato me gustó mucho: me pareció un tipo serio y capaz, con dotes de liderazgo y experiencia. (El actual no me gusta nada, y de hecho la mayoría pide a gritos un cambio). Sino que lo que más me gustó fue oír a mis compañeros formular las preguntas, que en el fondo eran preocupaciones de la situación que viven actualmente. "Ahora tenemos este problema y las cosas están funcionando así. ¿Qué haría usted?"

El gran problema de este colegio creo que es la falta de comunicación. Hay personas con cargos altos que no tienen bien definidas sus funciones y varios toman decisiones distintas para resolver un mismo problema. No hay coordinación y además no son eficaces. Es un desastre. Pero yo no sabía que otros profesores sentían eso mismo que yo siento. Porque ¿cuándo hablo con ellos? No tengo ocasión. No hay una verdadera sala de profesores donde coincidamos muchos para hablar y hacer amistad y de paso comentar cómo nos va en las clases y darnos ideas y quejarnos y esas cosas. No conozco los nombres de la mayoría. Nos vemos por los pasillos y nos saludamos, pero no nos paramos a hablar porque estamos liados preparando clases o yendo a darlas.

Me gustó escuchar las reflexiones de mis compañeros. Al hablar, todos se presentaban y decían cuántos años llevaban allí trabajando. Cuando al final del todo el hombre se giró hacia mí esperando alguna pregunta por mi parte, expliqué quién era y de dónde venía y cuánto tiempo llevaba allí, y por tanto que sólo había ido a observar. Pero aproveché para decir esto que he explicado aquí: que verdaderamente estaba encantada de haber ido porque me había servido para conocer lo que otros pensaban, porque yo sentía que faltaba mucha comunicación. No es posible que yo no sepa nada de mis alumnos, y que sólo me entere de alguna cosa en concreto si al profesor de la clase, a raíz de algún incidente, se le ocurre contarme: "no, es que Fulanito recibe medicación, porque es hiperactivo, y hoy se les ha olvidado darle la medicina, y además va al psicólogo, porque si le pasa xxx, acaba vomitando y todo, y esto y lo otro." Jxxx, pues eso se avisa. (Es que a uno le hacen hablar, ché). Esto no lo dije, claro, pero en fin, que expresé lo que sentía y creo que a los demás les vino bien escucharlo.

Lo que he dicho después de lo que un profesor puede contarme sobre lo que le pasa a un alumno en particular es otra cosa que me pasó ayer -no exactamente así, pero parecido-, que, unido a lo que les pasa a los demás compañeros de mi departamento, me hizo que me entraran unas ganas tremendas de escribir una carta de queja firmada por todos los de español (menos uno que seguramente no querrá participar) en la que expresamos nuestro malestar porque se supone que el colegio presume de su énfasis en los idiomas extranjeros, pero a la hora de la verdad somos el departamento menos tenido en cuenta y más fastidiado. Ya está bien. Rafael me dijo que él ya lo hizo una vez hace años, pero las cosas siguen igual. Ya lo sé, pero al menos que nos oigan. No es posible estar quemado ya en el mes de octubre. Ya veremos. Con buenos modales y todo, pero algunos están incluso faltando al respeto a compañeras y hay cosas que no son aceptables. Sólo que sepan qué pensamos.

En fin, voy a cambiar de tema, que estaba yo muy feliz esta mañana de sábado, y se me está yendo el buen humor, y no quiero.

He descubierto que hacen “Cómo conocí a vuestra madre” todos los lunes a las 8. ¡¡Genial!! Ya tengo algo por lo que desear que sea lunes. Lo único, de veras. Pero cuando he visto a los 5 personajes sentados en el bar, y luego esa música de inicio de la serie… Oh, qué felicidad. No sé qué temporada es. Marshall y Ted estaban un poco cambiados. Los años no perdonan…Lo único malo son los anuncios. ¿Quién se quejaba de la cantidad de anuncios que ponen en España? Yo ya no, desde luego. Bueno, en realidad el problema no es el número de anuncios, sino el número de veces que cortan la emisión para ponerlos. ¿Podéis creeros que cortan 3 veces en una serie de media hora???!!!! Pero sólo ponen un capítulo, y además cortaron la música del final. ¡¡Muy mal!! Se me hizo muy corto. Tengo que encontrar alguna serie más.

De momento observo que “The office” es muy popular. La ponen a todas horas, en diferentes cadenas. Imposible no verla. Y no está mal, la verdad. Creo que es mejor que la británica. Desde luego la británica no me enganchó (los pocos capítulos que vi), y en cambio ésta sí que me hizo gracia.

Bueno, ya he contado todo lo de esta semana. No sé si se me ha pasado algo.

Acabo con unos apuntes varios:
-Temperatura que hace hoy: unos 52 grados Farenheit (11ºC). Fresquito, pero se lleva bien. No está lloviendo mucho estos días, y no nieva tampoco. Aquella nieve que cayó un día asustó un poco, pero luego nada de nada. Seguimos a la espera.
-Hace tiempo comentaba un médico sobre el virus h1n1 que en Las Vegas es donde más casos había, por eso de que en los casinos la gente se pasa el día tocando las fichas, y los dados, el dinero, va pasando todo de mano en mano, y claro, el virus también. Curioso.
-Cuando fui a sacarme el número de la Seguridad Social, el hombre de la ventanilla se quiso hacer el simpático, y al ver que yo era de España me dijo: "¿En España qué se habla? ¿Francés?" Sí, esto es real. "No, español -le dije yo-. En España se habla español, y en Francia se habla francés".

Me contaban ayer que pusieron el canal CNN internacional aquí, pero lo quitaron a las dos semanas o así. No lo veía nadie. A ellos sólo les interesa lo que pasa en este país. ¿Cómo van a saber después si en España se habla español si no oyen hablar nunca de lo que pasa por ahí?

En fin, chicos, os dejo con estas reflexiones de un sábado por la mañana. Me voy a comprarme una mesa para la tele, a ver si la encuentro. Aunque la tele que yo quería seguro que la han vendido ya hace tiempo... Seguiré informando.
Besos.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Un vídeo...

Hola.

Quería haber esperado al sábado, porque quiero poner una entrada nueva una vez a la semana para seguir un orden fijo, pero hoy he grabado un vídeo en el colegio y me apetecía mucho que lo viérais. Es mi grupo de 5 años cantando una canción. Algunos niños no se ven muy bien porque están al fondo, pero es que los puse como en un tren para que mantengan el orden, sino se descontrolan mogollón. Así, ellos saben que si se salen de las vías del tren ya no pueden jugar porque "se han caído". Veremos lo que me dura la técnica. Zori, mi ayudante, no sale, pero está ahí también.

Lamentándolo mucho, he tenido que quitar el vídeo porque, obviamente, no tenía el permiso para mostrar estas imágenes en internet, y ya sabemos todos que no es tema para tomárselo a broma. Me da mucha pena no poder compartir estas cosas con vosotros, pero estamos en una época en que puede pasar de todo y no puedo correr el riesgo de que se tomen las imágenes con fines nada positivos.

¿Verdad que son un encanto? Pero ahora porque están haciendo algo que les gusta y les tiene quietos, que no dura mucho, ¿eh?

Os daréis cuenta de la diversidad de razas y orígenes de los niños. Otra cosa es que van en manga corta. En esta clase siempre ponen la calefacción alta.

En fin, espero que os guste.

sábado, 24 de octubre de 2009

El resumen de la semana

Hola.
Esta mañana he estado de compras en un centro comercial en la ciudad de Nashua, en el estado de New Hampshire, que está muy cerquita de aquí. Mucha gente de Massachusetts, sobre todo de los pueblos del norte del estado, como Lowell, se van a hacer todas sus compras a New Hampshire porque allí no cobran impuestos. Cada estado tiene sus propias tasas, y cuando tú ves un precio aquí, no es el precio final, porque cuando vas a pagar y ves el ticket te acuerdas de que había que añadirle los impuestos... Así que Nashua es muy conocida aquí porque la gente va mucho a comprar, y hoy yo me he estrenado en ello. Por cierto que me he comprado de todo, y monísimo, oye. Me lo he pasado bomba. He ido con Phil, un chico que conocí en aquella fiesta que organizó un vecino al principio de mudarme a este piso. Él tenía que hacer sus propias compras, y he aprovechado el transporte. Originariamente su familia es de Jamaica, pero vivió en Canadá hasta que se vino a EE.UU. a estudiar. Es abogado y tiene su propio bufete. No le va nada mal, por lo que parece.


En el supermercado he comprado algunas cervezas, por tener algo en la nevera por si acaso. Aquí en Massachusetts no venden nada de alcohol en los supermercados. Hay que ir a tiendas especializadas. Así que no me he molestado. Ya iré a por alguna botella de vino algún día. El caso es que eso no pasa en NH. Y cuando he ido a pagar, la cajera me ha pedido un documento de identificación. Me ha extrañado, pero hay tantas cosas nuevas para mí que no me he parado a pensar. No llevaba más que el carné de conducir. Se lo ha quedado mirando un buen rato, y luego lo ha consultado con otro chico. Y después de un tiempo le pregunto a la mujer: ¿qué necesita saber? La veía tan confusa que quería ayudar... Como está en español, y además aparecen todos los datos juntos, sin que quede claro a qué corresponde cada apartado... Y al final le digo: ¿¿Es que lo está consultando por si tengo menos de 18 años?? ¡¡¡¡¡Y era por eso!!!!! ¡¡Vaya cumplido!! Cada vez que me acuerdo me entra la risa. Me he vuelto la mar de feliz. Vaya por Dios. Increíble que alguien pueda dudar de eso. ¡Con casi el doble que llevo ya! -bueno, menos de casi, no me voy a poner años yo sola, pero vaya, nada cerca de eso. Qué fuerte. Oye, me ha alegrado el día, la mujer.


En fin, voy a daros envidia: ayer estuve cenando en Boston. En uno de los edificios más altos de la ciudad, el Prudential Center (o el más alto... no sé). El observatorio está en el piso de abajo del restaurante. Y la mesa justo junto a la ventana. Unas vistas de la ciudad preciosas. Fue genial. Y antes de eso me llevaron a un bar que hay en lo que ahora es un hotel, pero que anteriormente fue una cárcel, y de alguna manera el estilo guarda recuerdos de aquello. Es un sitio de ésos que llegas en coche y te vienen a abrir la puerta, y les dejas el coche ahí y ellos se lo llevan al parking. Vamos, de lujo total. Lo pasé en grande. Me sentía la mar de importante.


Lástima no llevar cámara. Pero os añado unas fotos que he encontrado en internet.
El hotel Liberty. La entrada:


El bar del hotel, con rejas imitando la cárcel, y fotos de artistas con una placa delante creo que de cuando se metieron en líos y los ficharon. Me llevé un posavasos con la foto de Frank Sinatra bien jovencito.


El Prudential Center:

Vista de noche del edificio. Yo vi Boston más o menos así.


El restaurante del edificio:

En cuanto a la semana de clases, ha habido de todo, como siempre. Lo bueno fue que el viernes un alumno de 4º cumplía años y vino a buscarme a propósito a mi cuarto para darme un trozo de pastel. Qué gracia. Me encantó. Y estaba buenísimo, la verdad. De bizcocho de chocolate. Lo mejor de lo mejor. Y desde que un niño de 1º me dio un dibujo, ahora todos los días que llego a esa clase siempre hay algún niño con un dibujo o algo para mí. Así que ya no los guardo. Me he quedado con un par. Los de 1º son los mejores, menos uno que se llama Prince que está dando mucha guerra ya, y algunas niñas que quieren hacerse las interesantes saliéndose de lo que hacen todos los demás. Pero lo pasamos bien.

Es el punto positivo a un trabajo que sigue siendo demasiado agotador. Y existe el problema de la disciplina, que es una lucha constante. Hay días buenos, y días malos. Así es. El otro día estaba teniendo una clase la mar de buena con séptimo grado, hasta que llegaron unas cuantas que me revolucionaron toda la clase y me pusieron de mal humor. Un solo niño que entre a la clase con el pie torcido, y te lo fastidia todo. Se creen que con decir "excuse me" y "sorry" ya lo tienen todo arreglado, pero lo usan tan a menudo que pierde todo su significado.

Aquí hay cuatro trimestres, así que el primero está a punto de acabar. Pero el otro día me quejaba de la poca comunicación que hay en la escuela. Se envían cientos de emails todos los días, con la mala costumbre de hacerlo siempre a todo el personal de la escuela, así que me paso el día eliminando mensajes de la bandeja de entrada: que si voy a hacer un proyecto y necesito cajas de cereales, que si he encontrado un pendiente en tal baño, que si enhorabuena a fulanito que ha conseguido yo qué sé. Pero luego hay niños con problemas de hiperactividad, con una situación familiar especial, con un retraso que les hace necesitar más ayuda en clase... y no te enteras. Y lo peor es que cuando yo tenga que poner las notas, lo haré desde mi ordenador y ya está. No nos vamos a reunir nunca todos los profesores de esos niños a hablar de cada uno a ver cómo le va y porqué está sacando estos resultados y a ver qué se puede hacer. Eso me parece muy mal.

Hay cosas aquí que funcionan diferente a lo que yo conozco, y comprendo que cada uno es como es, pero algunas de ellas son ciertamente peores.

Y cuando hablo de esto, está claro que me refiero sólo a este colegio. No tiene porqué ser igual en todas partes. De hecho de algunas cosas también se quejan otros profesores porque no suceden en otros colegios donde han estado. Pero bueno, eso pasa siempre.

Y con respecto al tiempo, hoy ha llovido todo el día pero no hace demasiado frío. Está aguantando bastante bien. Estoy intentando aprenderme el equivalente de los grados Farenheit para saber qué quieren decir realmente cuando hablan del tiempo que hará mañana, porque claro, si no, es tontería verlo. Pero entre eso, las tallas de la ropa y los zapatos que no son ni parecidas a las europeas, las medidas que son en pies y en pulgadas, el peso que es en libras, la moneda, que no me acostumbro y siempre digo que son euros, las distancias, que son en millas... Es un lío que nada lo midan igual que nosotros. No me entero de nada. Muy mal.

Luego acostúmbrate a que aquí no hay pisos, sino apartamentos, no llevan "trousers" sino "pants", no se escribe "metre" ni "centre", sino "meter" y "center", y setenta mil cosas más. Y hay que ver lo importante que es pronunciar bien las vocales. Ya me han corregido varias veces la palabra "lift" -que por cierto debería decir "elevator"-, porque yo lo digo con "i" como la nuestra, y no, es una vocal distinta. (En inglés hay 12 sonidos distintos para las 5 vocales). Y si no es, no es, vaya. Y aunque uno lo sabe, siempre hay palabras que cuestan más.

Pero además, aparte de todo, apréndete los nombres de todos los alumnos. Ahora ya me los sé, pero aquí no es como en España que te dan listas de los niños con foto y el nombre debajo, no. No hay fotos. Así que pregúntale al niño cómo se llama, busca algo que se le parezca en tu listado, y acuérdate. Y si no lo pronuncias bien les sienta fatal. Te lo corrijen cada vez. O si notan que dudas los demás te ayudan: "Ella es Khaylana, y ella es Temilayo". Los niños negros, que hay un montón, son los que tienen los nombres más raros. Nombres africanos. Hay uno que se llama Osadiagbon. Gracias al cielo que hace que le llamen Ehud.

Mucho que recordar.

En noviembre iré a Boston a ver un concierto con la música de las películas de "La guerra de las galaxias". Lo hacen en plan show, con imágenes en pantallas gigantes mientras suena la música y todo. Ha de estar bien. Así que cuando lo vi anunciar en la tele pensé: "¿Por qué no? Hay que aprovechar". Y reservé las entradas. Ya os contaré. De momento me estoy viendo todas las películas que puedo para ir refrescando la memoria.

El otro día me regalaron unos cuantos portarretratos más. Tengo un montón. Y como la señora de los muebles me dio también una impresora a color y yo conseguí papel de fotos, me he imprimido muchas y tengo fotos por toda la casa: de la familia de todo tipo, de los compañeros de Pinoso y nuestras comidas juntos, de mis amigas del pueblo, de amigos varios de todas partes... de todo. Así que me acuerdo de todos.

Voy a ver qué ceno. Besos.

sábado, 17 de octubre de 2009

Primera agua-nieve de la temporada

Hola a todos:

¿A que no sabéis qué? ¡¡¡¡¡Ya tengo el ordenador!!!!! Bueno, qué contenta estoy. Ayer me lo devolvió el informático, y ya estoy consultando internet desde casa. Por la tarde cuando llegué al piso tuve problemas para volverme a conectar y tuve que recurrir de nuevo a mis vecinos, pero es que hubo que resetear todo. No hubiera podido yo sola. Menos mal que tengo unos vecinos estupendos, de verdad. Qué bueno.


Ayer cayó la primera agua-nieve de esta temporada. Pronto llega. Os adjunto una foto de mi calle y mi portal, pero no se aprecia que caía nieve. En fin, duró bien poco, pero yo me puse la capucha ya. Lo que sí que se aprecian son las obras. Tienen la calle levantada a trozos desde hace la tira. Es que como es el centro, ponen baldosas de ésas que dan aspecto de calle empedrada, como en los cascos viejos de los pueblos, y con el tiempo se hunden, y las abren para rellenar de cemento por dentro y volver a igualar el nivel.

En la entrada del bloque hay una peluquería. El otro día una clienta se salió a la calle a hablar por el móvil con el pelo a mitad hacer, con churros y el tinte a mitad y yo qué sé. Pero ningún complejo la tía. Tienen la mayoría un aspecto bien extravagante, las que van ahí. El caso es que yo quiero cortarme el pelo, pero nunca, nunca lo he hecho fuera de mi pueblo. Siempre he esperado a volver en vacaciones a casa. No sé porqué, pero me da cosa. Pero esta vez no sé si aguantaré con el pelo tan largo hasta Navidad.



Me llamó la atención que en todos los pisos que he visto las ventanas tienen mosquiteras. Todos, por defecto. Y lo que dije de la calefacción que va por el suelo no es verdad. Va por unos tubos que hay a la vista por el techo. Está así en el colegio, y en mi piso lo podréis ver también. Hay unas rejillas repartidas por varios sitios que van dejando salir el aire. La temperatura se controla desde un termostato que vale tanto para aire caliente como frío. La única pega es que los tubos están tan altos que es difícil llegar a ellos para quitar el polvo que deben de tener acumulado encima. Pero no creo que les importe mucho. Si mis vecinas del bloque de mi piso en Ibi, que se quejaban de la limpieza de la escalera, vinieran aquí, pondrían el grito en el cielo. Hay moqueta en los pasillos y hasta en el suelo del ascensor.


Esto de las costumbres de cada país es muy curioso. Porque puede que a algunos les parezca que aquí no están las cosas tan limpias como a nosotros nos gustaría, pero por otro lado, aquí se pasan el día desinfectándose las manos. No sé si es por lo de la nueva gripe, o ya era así antes, pero en todas las aulas del cole hay un aparato con desinfectante para las manos, y de cuando en cuando los niños van y se lo echan, y luego se secan con una servilleta o pañuelo de papel que sale de un dispensador que también hay al lado. Yo me equivoqué la primera vez que fui al supermercado, porque creía que estaba comprando jabón para las manos, y era esto.


Y el otro día me di cuenta que lo usan hasta los ministros de la comunión en la iglesia. Subieron dos a ayudar a dar la comunión, y antes de comulgar se desinfectaron las manos en un aparatito que había allí mismo en el presbiterio. Curioso.


Por cierto que eso de la iglesia me recuerda algunas cosas que también quería aprovechar para comentar, comparando la situación en España:

1. Aquí todos, y digo todos, se arrodillan o se quedan sentados durante la consagración. Nadie de pie. El que no se puede arrodillar se sienta y se queda en posición de orar, pero sentado.
2. Hay siempre libros para seguir los cantos, con partitura incluida, y una persona al órgano que dirige los mismos. Y también un libro para seguir las lecturas, y las oraciones. Aunque domines el idioma, la gente sigue las lecturas con el misal. Y a mí me viene de maravilla porque las oraciones más largas (credo, gloria...) aún no me las sé de memoria enteras en inglés.
3. A la hora de dar la paz, se dan la mano con los dos o tres que tienen más cerca, pero a todos los demás, se los quedan mirando y les desean la paz levantando la mano como saludando en la distancia, sin dar besos ni apretones a todos y cada uno de los que hay en el mismo banco, el de delante y el de atrás, y menos aún cruzando al otro lado del pasillo como hacen algunas personas mayores en mi pueblo.


Qué queréis que os diga, a mí me gusta más así.

Luego una cosa que me ha llamado la atención es cómo se pronuncia la palabra "Amén". La primera vez que viajé a un país anglófono fui a Irlanda, y allí pronuncian "eimén". Vale. Pero cuando luego estuve en Inglaterra, allí decían "amén". Así que cuando he llegado aquí, donde llegaron tantos irlandeses en los tiempos de hambre y pobreza, pues he pensado si sería por eso que vuelvo a oír "eimén" en vez del "amén" al que ya me había acostumbrado de la última vez. Qué lío. No sé si será igual en el resto del país...


Os parecerán tonterías, pero son cosas que uno piensa, y aquí aprovecho para comentar lo que me viene a la mente y compartirlo con quien quiera oírlo, ¿no?


También utilizan un gesto muy a menudo para pedir silencio. Por ejemplo, en las clases, cuando están todos hablando y algún niño se da cuenta de que el profesor se está enfadando y hay que callar, ellos callan y levantan la mano alzando los dedos índice y corazón como en una uve, y los otros al verlos se dan cuenta y poco a poco van callando todos. Les cuesta un rato, pero es mejor eso que el que empiecen todos "¡¡chsss!!, ¡¡¡chsssss!!!", que al fin y al cabo están haciendo ruido exigiendo el silencio con ese sonido.

¿Os he hablado de las mofetas? Pues aquí abundan. El otro día se encontraron una dentro de un aula. Y de cuando en cuando dicen que "aquí huele a mofeta", porque saben que van rondando por ahí y dejan su particular olor. O a veces éste se propaga por los tubos del aire. Yo, qué queréis que os diga, nunca he tenido un olfato muy afilado, así que no lo noto casi. Supongo que en este caso es una ventaja...
Lo que sí hay también son muchas ardillas. El otro día que fui a pasear por la zona del río, vi un montón.

Bueno, lo dejo ya que tengo que hacer otras cosas. Me voy a ver si compro mi equipo de invierno: botas de nieve, ropa térmica, y un buen edredón para la cama. ¡Que no me pille desprevenida!
Un abrazo.

miércoles, 14 de octubre de 2009

El piso, amueblado

Querido diario:
Sigo sin ordenador. Esto es un asco. El informático me dice que es que no sabía que había tantos archivos, y que tiene que guardarlos uno a uno y eso le está llevando mucho tiempo. Así que ni siquiera me da fecha. Al menos he conseguido que el teclado del ordenador del colegio funcione como uno español (hay teclas distintas pero yo escribo sin mirar con lo que no me importa), porque así tengo posibilidad de escribir la letra "ñ" y las palabras con acentos, sin tener que recurrir a las combinaciones Alt+164 o así cada vez que lo necesito. Es un alivio. Me molesta no poder escribir bien, o querer hacerlo y tardar una eternidad cada vez que hay que insertar un código.


En fin, a lo que interesa: os envío fotos del piso amueblado. He tardado porque hay cosas que aún no tenía, pero seguirán habiendo cambios y no quería tardar más en enviarlas. Así que ahí van:








¿Qué os parece? No está mal, ¿no? Ya me siento muy a gusto ahí y estoy contenta con él.
La tele me la voy a cambiar. Es demasiado pequeña y he visto una a buen precio que me iría mejor. El problema era que la mesa ya no me vale, pero la que me han dado ahora puede que la use para eso. En fin, he de verlo.
En la cocina ya veis que me he puesto postales de Ibi que tenía, y estoy contenta con cómo quedan. Y en la repisa de encima de la mesa de trabajo tengo algunas fotos, pero aún he de imprimir alguna más para completar. Y luego las plantas (con algún que otro ramito de flores artificiales...), el caso es que todo ayuda a dar un toque más hogareño al lugar, ¿no creéis?
Ayer fui al gimnasio por primera vez. Y me encanta. Al principio tienes que tener una sesión con una especie de entrenador personal que te lleva a varias máquinas para ver cuál es tu ¨heart rate" -no sé traducirlo. Y te preguntan cosas para ver qué hábitos tienes relacionados con el ejercicio y cosas así. Y estoy más en forma de lo que yo creía. La verdad es que sólo subiendo y bajando escaleras y moviéndome por el colegio, y el hecho de no tener coche y tener que ir a todas partes a pie, pues acabo caminando un montón. El caso es que me supo a poco el rato que estuve en las máquinas, y luego me apeteció meterme un rato en la piscinita que tienen abajo. No es muy grande, pero pude hacer algunos largos. Al volver a casa me sentía positiva y con energía aunque era ya tarde. A ver si me acostumbro y voy con regularidad. Aquí tienen "body pump" que es lo que me gustaba hacer a mí antes en Ibi y que me fue tan bien. Se trabaja con pesas todo el cuerpo.
Estamos ya en pleno otoño. Alguien dijo que a lo mejor mañana ya cae algo de nieve. No es un frío exagerado, pero vaya, hay que abrigarse para salir. Las hojas de los árboles están cambiando de color. Aquí se comenta mucho lo del cambio de hojas porque parece ser que la combinación de colores en los árboles ofrece paisajes preciosos: cuando algunos están aún verdes pero muchos están pasando a rojo o están a medio camino en el amarillo o el naranja, hay unos días en que el cambio está en pleno y las vistas son espectaculares.
El lunes me fui a dar un paseo por el pueblo, para caminar y salir de casa y de paso conocerlo más. Aquí era un día muy importante: Columbus Day. Todo cerrado. Me pregunto cuántos pensaron en Colón en España el día 12. El caso es que paseé por una zona nueva y descubrí que la zona del río es muy bonita. Lógico por otra parte. Los ríos suelen serlo.
Bueno, me tengo que ir y entre las prisas y que no estoy muy inspirada no sé qué contar, o tengo ideas sueltas que no vienen al caso. Intentaré escribir pronto algo más interesante.
Espero que estéis todos bien, desde donde quiera que me leáis.
Besos.

martes, 6 de octubre de 2009

Mi primer mes

Señoras y señores:
¡¡Me acaba de tocar la lotería!! Increíble. Cuando llegué aquí, envié un mensaje a una señora de Nueva York que conocí cuando ella estuvo en España, y necesitaba un intérprete para entrevistarse con varias empresas jugueteras para intentar empezar un producto con ellos para venderlo aquí en América. Yo la acompañé durante los dos o tres días que estuvo por allí, y después de pasar tanto tiempo juntas (la recogía por la mañana en el hotel y hasta la noche: entrevistas, comidas,... todo), pues claro, hicimos amistad.

La mujer ha sido más que amable conmigo. Cuando visité Nueva York por primera vez, ya quedé con ella y fuimos juntas a ver un musical, y me invitó a cenar y todo. El caso es que, como digo, le escribí un email para que supiera que estaba por estas tierras. Y hoy me ha llamado para saludarme y charlar. Pues ¿a que no sabéis que? Me ha invitado a pasar el último fin de semana de noviembre –que aquí se celebra Thanksgiving y por tanto es fiesta desde el jueves– a pasarlo en su casa de Nueva York. Ella no estará porque se va con su familia, así que me dejará las llaves con el portero y podré estar en su casa los 4 días visitando la ciudad!!! ¿¿Se puede tener más suerte en esta vida?? ¿Que dónde vive? Pues en la Quinta Avenida. ¿Hay envidia o no hay envidia?, ¿eh? No recuerdo quién pensó en mí para que hiciera de intérprete a esa señora. Seguro que fue desde la asociación de fabricantes de juguetes de Ibi. Imagino que mi padre, pues. Gracias por esto también, papá.

Ha sido mi regalo de aniversario: hoy cumplo un mes de estancia en Estados Unidos. Llegué el seis de septiembre. Y hoy estamos a seis otra vez.

He hecho un breve análisis de lo que he conseguido desde que llegué:

-Abrir una cuenta en el banco, y tener una tarjeta.
-Comprar un teléfono móvil.
-Buscar un apartamento, y amueblarlo.
-Instalar televisión por cable e Internet en el piso.
-Registrarme en el Consulado español.
-Conseguir un numero de la Seguridad Social de aquí, que es como un DNI.
No sé si me dejo alguna cosa.

Además, ya he hecho un par de excursiones, a Boston y a Salem.
Y en el colegio cada vez estoy más instalada. Mañana va a empezar a venir conmigo a las clases de los mas pequeños una señora de un voluntariado que hacen aquí, y me va a ayudar con los niños más difíciles. Por ejemplo, a veces estoy intentando hacer alguna actividad con los de cinco años, pero viene uno con los cordones desatados, y hay que solucionarlo, porque sino no te deja tranquila (la de cordones que he atado desde que he llegado aquí), pero es un problema porque te interrumpen la explicación... Pues ahora ella se encargará de eso, y yo podré centrarme en lo mío. O si dos están jugando al fondo y no atienden. Veremos cómo funciona, pero creo que me vendrá fenomenal.

Y Ana vino ayer diciendo que había visto a una mujer española delante del despacho de Elvira. No queremos tocar las campanas todavía, pero nos olemos si será que van a contratar a alguien mas para el departamento. ¡Por favor, por favor, Señor, escúchanos! ¿Os lo imagináis?

Bueno, pero todo no son maravillas. Mi madre un día me preguntó si echaba de menos el sofá de mi piso en Ibi. Es que es una maravilla de cómodo. Y tengo un pisito tan apañadito... En ese momento no me acordaba yo de eso, la verdad, porque tenía tantas cosas en la cabeza que no me había parado a pensar. Y aún no me había sentado nunca en el nuevo. (Hasta que no compré una sábana y lo forré no me apeteció). Pero el tiempo pasa, y ya lo he probado –y efectivamente no es tan comodo-.

He hecho una lista de las cosas que echo de menos:

-Lo primero y principal, a la familia, por supuesto.
-También a los amigos, y el hecho de no tener aquí aún gente con quien poder salir o hacer algo los fines de semana. Es complicado porque ya a mi edad la gente tiene su vida, su familia. No me importa demasiado porque soy muy independiente y me las apaño bien, y veo mucha gente entre semana en el colegio. Pero a veces te apetece tener a alguien que te acompañe para algo, y no lo tienes.
-Y luego tener ciertas comodidades que uno da por sentadas pero que en otro sitio ya no se dan. Algunas pueden parecer absurdas, pero el caso es que te acuerdas de ello: “Ah, ahora yo haría esto” o “Ah, no, no puedo porque no tengo de aquello”.
Ejemplos:
-De la casa: el Nescafé, o cualquier otro café soluble. Aquí no se hacen un vaso de leche calentita por la mañana, ni por la noche, así que lo que hacen es tomar café-café. Pues yo me tomo la leche con eso, pero no es lo mismo.
-Aceite de oliva. No lo hay. En Boston entré de casualidad en un supermercado tipo El Corte Inglés, en el que encuentras cosas especiales que no hay en los sitios normales, aunque también es más caro. Y me compré una botellita. Pero quiero medir bien en qué la uso.
-Olivas rellenas y variedad en embutidos. Algo hay. Curiosamente el jamón y el salchichón pone que son italianos. No lo entiendo. ¿¿No sabemos exportar eso los españoles??
-Las sopas. Con lo que me gusta algo caliente de cuchara para cenar, y si me lo dan preparado, mejor. Pero no les encuentro la gracia a las de aquí, la verdad.
-El sofá. ¿Por que no? Y la tele, tan pequeña ésta. Con el pantallón que tengo en casa. Todo mi piso, en realidad. Lo tengo tan nuevo que es inevitable.
-La ropa: me traje bastante, pero me dejé mucha también. La posibilidad de variar es más limitada.
-Los espejos. Ya sabéis que en el del baño me tengo que poner de puntillas. Tengo uno en el salón pero hay tan mala iluminación que no me sirve de mucho. Y aquí tampoco hay espejos en los ascensores. Son grandes y espaciosos, pero no tienen espejo. Con lo que me gusta a mí echarme un último vistazo antes de salir de casa para comprobar que todo está en orden, y aquí no puedo de ninguna manera!!
-Mi balconcito con las flores y plantitas que tuve el año pasado tan bien arreglado. Me encantaba llegar a casa a pie desde la calle y mirar hacia arriba y verlo todo cubierto de margaritas. Lo tuve precioso. Y en la parte de dentro tenía ciclámenes, también muy bonitos.
-La siesta. En realidad aquí no te das cuenta porque comes mientras trabajas y sigues activo hasta la tarde. Pero algún día ha habido que he notado un cansancio de ésos que en España curaba yo fácilmente sentándome y dejando caer la cabeza diez minutos después de comer.
-Tener la facilidad de moverse que uno tiene cuando tiene coche y se conoce los sitios. No creo que me compre un coche al final. Por barato que me lo pongan, por tan poco tiempo pagar eso, más el seguro, más el gasoil... Me interesa mas combinar autobuses, taxi, tren, e incluso alquiler de coche para ocasiones puntuales. Viniendo como vengo a pie a clase durante toda la semana, nunca me va a salir tan barato tener coche propio.

Hablo mucho en español, lo cual no es muy bueno, pero también ayuda cuando tienes algún problema porque te desahogas mejor. Eso es lo bueno del departamento de español aquí. Con Rafael y con Ana me llevo de maravilla y eso es genial porque me hace sentirme muy cómoda cuando estoy en el colegio, a pesar del trabajo.

Bueno, chicos, ha sido mi aportación personal como celebración de mi primer mes aquí. Aunque he dejado lo melancólico para el final, ya veis que los apartados positivos también son bastantes, y quiero cerrar en plan positivo. Voy a estar muy bien y seguro que cuando tenga que volver me va a dar mucha pena porque habré estado muy a gusto. Os recuerdo que podéis venir a verme cuando queráis. Tendré vacaciones la semana del 15 al 21 de febrero, y del 19 al 25 de abril, o a partir de finales de junio, antes de que vuelva a España. También tengo libres algún lunes o viernes en enero, abril o mayo que hacen un fin de semana largo que se puede aprovechar... Dicho queda.

lunes, 5 de octubre de 2009

Salem

Hola. ¿Qué tal?
Ayer estuve en Salem, y me gustó mucho la excursión. No me apetecía nada salir de casa. Hacía muy mal día: llovía bastante. Pero si no me iba me pasaría el fin de semana encerrada en casa sin moverme y era peor. Y sí, me alegro de haber ido. Salem es una ciudad muy bonita. Las calles tienen encanto. Obviamente estando en el mes de octubre, estaba lleno de decoración para Halloween. Fue interesante conocer la historia de los juicios a las brujas que sucedieron en 1692. Es largo de contar, pero el caso es que era una época muy puritana y a la vez supersticiosa, y por las falsas acusaciones de ciertas personas empezó una fuerte persecución de cualquiera sospechoso de ser bruja (o brujo). Ahorcaron a 20 personas inocentes. El juez que llevó los casos se llamaba de apellido Hathorne. Por eso su biznieto, el famoso escritor Nathaniel Hawthorne, avergonzado de aquellos sucesos, añadió una "w" a su apellido para que su nombre no fuera asociado con el del cruel juez.

Cuando Hawthorne era joven, estuvo en una casa que se llamaba "The house of the seven gables". Los gables son los picos que salen del tejado. Le resultó una casa curiosa y le gustó, y se basó en ella para su novela del mismo nombre. Luego esta casa sufrió modificaciones, hasta que una mujer la compró y la quiso adaptar tal y como era descrita en esta novela. Hasta tal punto que en la novela se dice, en cierta escena, que alguien apareció de repente en el comedor. Así que se ingenió la forma de abrir una escalera secreta escondida detrás de lo que parece ser una pared dentro de un armario. La escalera lleva al ático. El caso es que la mujer quiso aprovechar todo esto para que le sirviera como visita turística y así sacar dinero que luego emplearía en unos cursos o talleres para las chicas jóvenes para formarlas y darles más oportunidades. Una tía lista y práctica, ¿no creéis? Y así sigue siendo hoy en día, porque aún hay un centro de trabajo ahí. Y la casa y las vistas son preciosas. Adjunto fotos.

Al final dejó de llover, y eso arregló la cosa bastante porque pude pasear por las calles. Y es que cuando aquí llueve es para rato. No como en España, que te pilla de repente y dices: bueno, me espero aquí a que pare y luego sigo. Además allí me comí mi primer perrito caliente desde que estoy en Estados Unidos esta vez. ¡¡Y estaba de bueno...!!

Para ir a cualquier parte en tren hay que bajar siempre a Boston, y desde allí coger otro a donde sea. Aún tengo que averiguar cómo funciona el tema de los autobuses. El caso es que fui en tren, pero tuve mala suerte con los horarios, y tuve que coger uno a Boston ya tarde, con lo que el de Boston a Lowell era más tarde aún. Llegué a casa a medianoche. Lo curioso fue que estando en la estación, salieron los del partido de Jockey que se había estado jugando: los Boston Bruins contra no sé quién. Un ambientazo, vaya. Todos con camisetas del equipo. Supongo que ganaron. Y es que se ve que el estadio está allí mismo encima de la estación o por ahí.
Hoy es más corto esto porque sigo sin ordenador en casa y escribo esto desde el cole. Espero que sea por poco tiempo. Tengo más cosas que contaros, así que no creo que tarde en escribir esta vez. Hasta pronto.

viernes, 2 de octubre de 2009

Fotos de Boston

Os paso fotos de Boston. Ya os dije que tuve muy mala suerte con el tiempo, así que sale todo nublado. Las primeras son del Quincy Market. Las otras, del “skyline” de la ciudad desde el mar.

Estuvo lloviendo todo el día. Lo del tour en bus por la ciudad, donde te hacen un recorrido por todo y te van explicando lo que es cada cosa por encima, no fue demasiado interesante, la verdad, pero con la lluvia no tenía muchas otras alternativas, y sí que vi lo que era más significativo. Ya iré paseándomelo después a trocitos.

En el precio entraba el tour por Boston, por Cambridge, que está al otro lado del río y es donde se enclava la parte universitaria y el MIT (Massachussets Institute of Technology), del que están muy orgullosos, y un paseíto en barco desde el que os enseño estas vistas de la ciudad. También entra un tour por la ciudad de Salem (la de las brujas) que está al norte de Boston, y que haré mañana.

La temporada turística acaba ahora en octubre, así que hay que aprovechar. Aquí todos amenazan: “prepárate para cuando venga el frío…” Así que como seguramente tendré que hibernar una temporada, voy a ver qué puedo hacer estas semanas que quedan de buen tiempo.

























jueves, 1 de octubre de 2009

Unas palabras...

Hola a todos:
Sé que os he tenido muy abandonados esta semana, y lo siento. Pero no he parado. Además el informático se ha quedado mi portátil porque lo que tiene que hacer para arreglarlo se ve que es más complicado de lo que parecía, y estoy sin ordenador ni nada. Por las noches ya no puedo ver Friends, y hasta mañana no vienen los del cable a conectarme los canales de la tele e Internet, así que estoy yo solita conmigo misma de compañía. ¡¡Qué ganas tengo de poderme conectar a Internet en casa!!

El piso esta casi completo. El fin de semana le haré unas fotos y os las envío la semana que viene para que lo veáis. Se ha quedado muy completo. Para redondear necesitaría un sofá más, porque el salón se queda muy pelado con lo que tengo. Pero no me voy a quejar. Está muy bien todo y no me falta de nada. Ya lo veréis. Ya me he sentado en el sofá algún ratito y ayer me tapé con la mantita y todo y casi me quedo dormida.

En el colegio uno se mueve con más soltura, pero sigue siendo estresante tener tantas clases. He tenido algún que otro incidente con varios alumnos, pero el grupo más complicado, el de séptimo grado, el lunes ya por fin los separamos por niveles y me voy a deshacer de unos cuantos energúmenos. Claro esta que me caerán otros nuevos, pero de verdad doy gracias de librarme de una niña especialmente.

El pasado lunes no estuve en el colegio porque necesitaba arreglar unos papeles en Boston, así que aproveché para ir el domingo también y visitar la ciudad. Hice un tour en uno de esos autobuses que te hacen un recorrido por todo, pero tuve muy mala suerte con el tiempo: después de unos días fantásticos, ese día lo hizo de viento, frío y lluvia. Menos mal que iba metida en el autobús, por lo menos no me mojé... También visité un mercado, el Quincy Market, que tiene mucha vida y está curioso. Ahí es donde hay un bar como si fuera el de Cheers, y tiene fotos de los personajes de la serie y todo eso.

El lunes pude arreglar lo que necesitaba, y aproveché después para inscribirme en el Consulado español. Luego me dediqué a comprar alguna cosilla que necesitaba y que no es fácil conseguir en Lowell, y hasta me acabé llevando un ramito de flores, y en un supermercado conseguí una botella de un litro de aceite de oliva!!!! Aún no la he estrenado. La estoy reservando a ver con qué puedo usarlo mejor.

Se va muy bien en tren. Tarda 45 minutos, y allí en la misma estación se puede coger el metro y vas a cualquier parte. Es muy cómodo. Iré más veces y así voy visitando la ciudad a trozos. Ya os pasaré algunas de las fotos de Boston que hice esta vez. Ahora estoy en el colegio y no las puedo sacar, así que no tenéis ningún extra, pero quería escribiros algo porque hacía mucho tiempo desde mi ultima entrada.

Por eso de contaros algo que os pueda resultar más interesante, os diré que aquí empiezan las clases a las 8 de la mañana, pero el primer cuarto de hora no se dan clases. Cada alumno va a su aula. Entonces, desde el megáfono que se escucha por todo el colegio, se oye la voz de alguien que va dando las indicaciones: lo primero es la jura de bandera. Sí, sí, habéis leído bien. Tengo que buscar el texto. Rafael me lo recitó una vez. Y todos lo recitan a la vez de pie. Luego desde el megáfono dicen: "Podéis sentaros", y entonces se ponen a dar avisos o a informar de cosas que puedan ser importantes para ellos. Y a las 8.15 empieza la primera clase.

El otro día me quedé trabajando en mi mesa por la tarde-noche, y al día siguiente le conté a Rafael que allí por la pared me había parecido ver algo negro, peludo, no muy grande, correr de un lado a otro de la habitación. "Ah, sí, ¿es que tú no sabes? Tenemos un ratón aquí. Lo llamamos Pepe", me dijo con toda la naturalidad del mundo. Y ahí quedo la cosa. Aún no he visto a Pepe hoy, así que no se que será de su vida, pero mis ojos están al tanto de lo que pueda pasar. En cualquier caso el día que lo vi pasé el resto del tiempo con los pies encima de las patas de la silla.

Bueno, os dejo, que me empiezan a pesar los ojos. Me espera una sopita de tomate y no sé qué más, y a la cama, que mañana aún toca trabajar. Hoy me llevaré a casa las dos lámparas que me consiguió Elvira en un yard sale y que me van a venir de perlas. Tienen la pantalla verde, como el color de las paredes. Aconjuntado y todo, fíjate tú.
Hasta la vista.